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Navidades blancas: 10 destinos que ni te imaginas

Ya lo cantaba Bing Crosby: «Navidad» y «blanca» son dos palabras que se unen solas. Ver un gran árbol de Navidad nevado o los tejados de los mercadillos navideños cubiertos de nieve le añaden un plus de romanticismo a una estampa que esperamos cada año. Uno de los problemas para disfrutar de unas fiestas navideñas nevadas es que la mayoría de los destinos europeos son caros y están masificados pero, ¿qué te parecería descubrir rincones 100% navideños y sin apenas turistas? El operador de ferry DFDS ha analizado los enclaves con nieve casi garantizada en estas fechas y que apenas aparecen en las búsquedas de Google. Estas son las escapadas más auténticas para una blanca Navidad.

1. Kiruna (Suecia)

Abisko. Kiruna. Swedish | Lapland Tourism

El día de Navidad, Kiruna, la ciudad más septentrional de Suecia –y la que cuenta con la mina subterránea de hierro más grande del mundo– ofrece un 70% de posibilidades de que nieve pero, aún así, es uno de los destinos menos buscados para disfrutar estas fiestas. En la tierra de los sami puedes maravillarte con las auroras boreales, deslizarte en trineos tirados por huskies y descubrir la hora azul: el pequeño periodo de crepúsculo que tiñe el cielo de un azul intenso en plena noche polar.

2. Lillehammer (Noruega)

Lillehammer | Visit Lillehammer

Al este de Noruega –a unas dos horas por carretera de Oslo–, Lillehammer te sonará por haber albergado los Juegos Olímpicos de invierno en 1994 y, más recientemente, por la serie de Netflix, Lilyhammer. Pero su secreto mejor guardado es la extraordinaria oferta en la temporada invernal que, además de todo tipo de deportes de nieve –incluso bobsleigh–, te invita a disfrutar del parque Hunderfossen, un espacio helado que cuenta con escenarios de cuentos de hadas y un hotel de hielo.

3. Turku (Finlandia)

Turku christmas tree | Pixabay

Fue capital del Finlandia y es una de las ciudades más antiguas del país, con un castillo y un casco histórico interesante y accesible, un río que la atraviesa y una excelente oferta de cafés y restaurantes. En los meses de invierno, Turku despliega el encanto del frío y vive unas navidades festivas y llenas de tradiciones, como la de declarar la Paz de Navidad al mediodía de Nochebuena. Otro de los rituales es solo apto para valientes: darte un chapuzón en el agua helada de la playa de Saaronniemi.

4. Tallín (Estonia)

Tallinn | Puhkus Eestis. Pixabay

No es el mes más frío –en febrero la máxima es -2 ºC–, ni en el que más nieva –lo hace en enero–, pero en diciembre, Tallín es un inmenso parque invernal repleto de actividades. Además de uno de los mercadillos más prestigiosos de Europa, la temporada navideña huele a glögi (vino caliente con especias) y galletas de jengibre y dibuja estampas únicas y alguna que otra rareza, como Gingerbread Mania –una expo con objetos hecho con pan de jengibre– o el Museo al Aire Libre de Estonia.

5. Innsbruck (Austria)

Maria Theresien Strasse. Innsbruck | ©Innsbruck Tourismus. Christof Lackner

La capital del Tirol lleva los deportes de invierno en su ADN pero en las fiestas navideñas, además de la estampa de los Alpes nevados que llegan a los mismísimos pies de la ciudad, Innsbruck se rodea con un halo de magia que lo inunda todo. Te gustará el árbol con cristales de Swarovski, el desfile de Krampus y San Nicolás –repleto de figuras satánicas–, la Nochevieja en la montaña –con videomaping– y LUMAGICA Innsbruck, un paseo lleno de luces, sorpresas e instalaciones interactivas.

6. Oslo (Noruega)

Woman taking selfies in Oslo | Fredrik Ahlsen. Visit Norway

The Wall Street Journal llama a Oslo la nueva capital de la tranquilidad nórdica y esa será tu primera sensación, incluso en plenas navidades. Aparte de eso, si te asusta el frío, combátelo a base de chocolate caliente y una sauna en los fiordos. Y, si temes que sea tu cuenta la que tirite –la ciudad no es barata–, apuesta por todos los planes gratuitos y 100% navideños que puedes disfrutar, desde patinar sobre hielo en Spikersuppa hasta deslizarte en trineo por el tobogán de Korketrekkeren.

7. Bergen (Noruega)

Bergen snow | Corentin Julliard. Pixabay

También en Noruega –pero al oeste, en plenos fiordos–, el carácter provinciano de Bergen –segunda ciudad del país– hace que estas fiestas se vivan de forma más entrañable. Una de las visitas básicas es la ciudad de pan de jengibre más grande del mundo, con edificios donados por los particulares. Además, disfruta con la vista sobre los fiordos desde el mirador del Monte Fløyen y fúndete con los locales con el sano deporte del julebad, un baño en agua helada que te limpia antes de las Navidades.

8. Brasov (Rumanía)

Brasov church | ncsmnd. Pixabay

Solo por ver la iglesia Negra –una monumental construcción gótica inspirada en la iglesia de San Sebaldus de Nuremberg– cubierta de nieve valdría la pena venir a Brasov en invierno. Pero, además, esta coqueta ciudad del centro rumano, que (aún) no ha sucumbido al turismo de masas, celebra unas Navidades diferentes, en las que no faltan las luces del árbol de Piata Sfatului, el mercadillo de Rupublicii y, si te pega la nostalgia de esquiar, las pistas de Poiana Brasov, a 15 minutos en coche.

9. Stavanger (Noruega)

Preikestolen. Stavanger | visitnorway.com

Al sur del país, en los Fiordos Noruegos, Stavanger es un interesante triángulo de cultura, gastronomía y naturaleza. En invierno, se mantiene la magia de sus famosas casas de madera –del siglo XVIII y XIX– y de sus más de 170 casas blancas, junto a museos que muestran el soporte económico de la ciudad, como el dedicado al petróleo o las conservas. Además de probar el Persetorsk –filetes de bacalao salados y dulces–, recorrer Preikestolen con nieve y casi en exclusiva para ti es todo un lujo.

10. Lucerna (Suiza)

Spreuerbrücke. Lucerna | myswitzerland.com

No tiene la multiculturalidad de Zúrich, ni la seriedad de Berna, pero Lucerna es una de las ciudades más fotogénicas de Suiza, una belleza que, en diciembre, se multiplica con la magia navideña. Ver sus icónicas postales –como Spreuerbrücke– cubiertas de nieve ya es un plus, pero el programa de las fiestas es tan apretado que te faltará tiempo para patinar o practicar curling en el Ice Magic Lucerne o para escuchar el Fyrobig Adväntskonzärt en Europaplatz, con las luces del árbol sobre el lago.

La imagen que abre el texto es Bergen | Visit Bergen

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