En plena Tierra de Campos –una comarca con alta despoblación y extenso territorio, que acumula más de la mitad del patrimonio de toda la provincia– Becerril de Campos es el secreto mejor guardado de Palencia. Lo suficientemente cercano como para que resulte accesible –a 18 km de la capital palentina, menos de una hora de Valladolid, tres horas de Madrid…– y lo bastante lejano como para no perder el sabor rural más auténtico, en este enclave tranquilo de apenas 800 habitantes las ofertas se especializan y dan una vuelta de tuerca. Su extraordinario patrimonio renacentista, su pasión por la astronomía, su plácida naturaleza y sus opciones para comer y dormir, dibujan una escapada tan perfecta que uno se pregunta cómo no ha venido aquí antes. Recorremos (algunos de) sus mejores spots en un guía para principiantes con la que descubrir Becerril de Campos.
1. Disfrutar de una inmersión renacentista en la Iglesia de Santa María
La iglesia de Santa María –una de las cinco sedes del Museo Territorial Campos del Renacimiento– es la joya de la corona de la localidad. Si la rareza arquitectónica del exterior –con un pórtico soportado por esbeltas columnas jónicas– te ha dejado sin palabras, prepárate para ver el interior, con un extenso (y lujosísimo) catálogo de obras renacentistas de arte sacro firmadas por artistas como Pedro Berruguete, Alejo de Vahía –tuvo taller propio y vivió en Becerril de Campos–, Juan de Juni y Jan van Dornick. Además, una rica colección de orfebrería religiosa y un espectacular alfarje de madera policromada que alterna figuras humanas con animales fantásticos.
2. Admirar la torre mudéjar de la iglesia de San Martín
La Torre mudéjar de San Martín es lo único que queda en pie de la iglesia de San Martín, una de las iglesias con que contó Becerril de Campos. Los tesoros de su interior están repartidos entre el Museo Territorial Campos del Renacimiento –que conserva un cuadro en cobre con la Adoración de los Santos Reyes, del siglo XV– y el Ayuntamiento, que alberga retratos de varios reyes, desde Felipe I hasta Carlos II. Pero lo más fotogénico es la Torre de San Martín, una construcción de tres cuerpos, de piedra maciza y ladrillo que, en su tiempo, tuvo cinco campanas y hoy conserva tres vanos cerrados, tres abiertos y varios nidos de cigüeñas.
3. Entrar en la iglesia de Santa Eugenia
Hasta el siglo XVIII, la comarca de Tierra de Campos fue uno de los motores económicos del país, con una potente producción de cereal –que la convirtió en el granero de España– y de lana, que se exportaba a Flandes. La bonanza económica se trasladó al ámbito religioso y Becerril de Campos llegó a tener siete iglesias, de las que solo quedan dos completas. La iglesia de Santa Eugenia forma, junto a la de Santa María, este dúo superviviente: una monumental joya del siglo XVII, con una cúpula y bóvedas decoradas con yeserías y catalogada como BIC (Bien de Interés Cultural) desde 1970.
4. Leer los muros ‘interactivos’ del Ayuntamiento
¿Conoces algún Ayuntamiento cuyos muros se puedan leer? El de Becerril de Campos te sorprenderá por su elegante arquitectura modernista –lo construyó Rafael Geigel en 1909– que preside la plaza Mayor de la localidad pero, sobre todo, por los proverbios educativos y morales escritos sobre cada una de sus 30 ventanas, como «Quien maltrata a un animal no muestra buen natural» o «No uses palabras soeces, que a ti mismo te envileces». Con ellos se recuerda la función pedagógica que también tuvo el edificio, que albergó las Escuelas Graduadas. Dentro, además, conserva una escalera imperial y una curiosa colección de retratos de reyes de España en el Salón de Plenos.
5. Pasear junto al Canal de Castilla
Si en todas las localidades de interior el agua es un plus, en Becerril de Campos se convierte en una fábrica de vitalidad y relax. Es el Ramal de Campos, uno de los tres ramales del Canal de Castilla y el que discurre por el casco urbano de la localidad. La que iba a ser la mayor obra de ingeniería civil en la España ilustrada, una forma de unir Segovia y Santander, terminó en 207 kilómetros, varios de los cuales bañan Becerril de Campos. Las acacias y magnolios pueblan las veredas de este caudal, una arteria muy transitada por los locales y repleta de bucólicos rincones 100% relajantes, como el embarcadero, el merendero de Fuente Puchera o el puente de San Juan.
6. Descubrir los sabores de La Meseta Castellana
Si el hambre aprieta, estás en el lugar correcto para degustar una de las exquisiteces de la zona: los quesos artesanos de proximidad que elaboran en la quesería La Meseta Castellana. Son productos hechos con mimo, un proyecto de largo recorrido en el que esta pareja de Becerril de Campos apuesta por lo mejor de su propia tierra. Afinan sus quesos en una bodega de esta localidad –excepto el azul, que lo hacen bajo el paraguas de la D.O. Picón Bejes-Tresviso– y crean una oferta sabrosa, completa y variada con quesos de diferentes texturas y cremosidades y 100% naturales que, de momento –ya están embarcados en su propia quesería–, presentan en eventos, catas maridadas y celebraciones.
7. Seguir el curso de las estrellas
¿Sabías que los cielos de Becerril de Campos están entre los más limpios de la península? Si hasta ahora has disfrutado de esta localidad palentina a pie de calle, te proponemos dar una vuelta de tuerca y afinar tus sentidos hasta llegar a las mismísimas estrellas. Es la oferta que hacen desde Orión Madrid, un espacio dedicado a la ciencia y el espacio, que organiza propuestas de astroturismo y eventos astronómicos en cielos sin contaminación lumínica, entre ellos, los de Becerril de Campos. Una experiencia didáctica y lúdica –puedes combinarla con gastronomía, arte, deporte…– en la que ciencia y magia van de la mano y que, desde luego, no te dejará indiferente.
8. Descansar en un hotel rural de diseño
Para descansar tenemos una propuesta de lujo, sostenibilidad y diseño en formato alojamiento: Sanmartina Hotel, un hotel rural con encanto que ocupa el espacio de una casona y toma prestado el nombre de su antigua inquilina. Si quieres ir a tu aire, aquí tienes desde espacio para guardar (y arreglar) tu bici hasta puntos de carga para coche eléctrico, pasando por un jardín con bebidas de cortesía, un billar, desayunos con productos de cercanía y siete habitaciones cómodas y perfectamente equipadas. Si prefieres que te aconsejen, el hotel –uno de los fundadores de Descubre Palencia– organiza paseos bajo las estrellas, catas de queso, visitas a un rebaño de ovejas, mindfulness…
9. Completar la ruta del Sistema Solar
La casualidad (aunque no solo) ha hecho que a Becerril de Campos también se le conozca como el pueblo de las estrellas. Si antes de llegar al Canal de Castilla has visto una hilera de pequeñas esculturas, retoma el camino porque se trata de una representación del sistema solar reducido diez mil millones de veces. Junto a ella, un reloj de sol de doble cara, que vale tanto para leer las horas de la mañana como las de la tarde. Más adelante, una curiosa fuente: una esfera con perforaciones que simulan las constelaciones y que da la sensación de estar suspendida en el aire. Y, para terminar, la representación de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar.
10. Explorar el universo (y más allá) en San Pedro Cultural
Si hemos empezado la visita con la joya de la corona, la terminamos con todo un diamante: San Pedro Cultural, el tercer museo más visitado de la provincia y el primer Monumento Astronómico Starlight del mundo. Después de ser colegio y granero, esta iglesia románica del siglo XII acometió una profunda reforma. Así nació, en 2015, este centro cultural astronómico, un espacio insólito que conjuga lo antiguo –conserva los arcos, parte de la bóveda, la portada, lápidas funerarias…– con elementos como un péndulo de Foucault, un estenope –orificio que actúa como calendario, pasando por los signos del zodiaco–, un analema solar –el ocho que dibuja la trayectoria del sol a lo largo de un año–, un fragmento de meteorito, el ala de una estación solar… Una sorpresa de lujo en pleno Becerril.
La imagen que abre el texto es Fragmento de la Anunciación. Pedro Berruguete. Iglesia de Santa María | EVG