En los últimos meses, el teletrabajo y el gusto por lo auténtico reivindican el placer de volver a las raíces y disfrutar lo más cercano. Huimos de la gentrificación y de las ciudades masificadas y viajamos en busca de los pequeños y genuinos placeres que nos regala la vida de vecindario. Los barrios están de moda y recorremos el planeta en busca de los lugares donde la cultura comunitaria, la sostenibilidad, la tienda de toda la vida y el ritmo lento son un plus. Estos son 5 de nuestros barrios favoritos del mundo.
1. Barrio Yungay, en Santiago de Chile
El primer barrio planificado de Santiago de Chile ya era un sitio muy especial y sus palacetes y su mezcla de barroco, bauhaus y art decó empezaba a ser codiciado por los ambientes más bohemios. Pero ha sido, este año, cuando el presidente del país, Gabriel Boric, lo ha elegido para establecer aquí su residencia oficial, cuando Yungay se ha puesto en el punto de mira. Si a esto le unes que muchos jóvenes empresarios apuestan por el barrio, el resultado es un vibrante contenedor cultural con propuestas de experimentación artística, diseño de vanguardia y rarezas como la Peluquería Francesa, una legendaria barbería que, ahora, acoge también un restaurante.
2. Shimokitazawa, en Tokio
Su nombre parece un trabalenguas –de hecho, los nipones le llaman Shimokita– pero lo cierto es que, en los últimos meses, la potencia de este barrio de Tokio está desbancando al archifamoso Shibuya. Claro que no tiene su paso de cebra múltiple, ni la concentración de turistas, pero ese es justamente parte de su atractivo. Aquí abundan los cines y librerías independientes donde encontrar rarezas y las tiendas de ropa vintage, como New York Joe Exchange y Chicago Shimokitazawa. Para fundirte con los tokiotas, remata la jornada saboreando un bollito de crema con forma de Totoro –en Shirihige’s Cream Puff Factory– y relajándote en un onsen, como Yuen Bettei Daita.
3. Colonia Americana, en Guadalajara
Guadalajara, capital de Jalisco, concentra el nombre y el apellido del país en pleno –aquí nació el tequila y los mariachis–, pero el guardián del ADN mexicano también tiene espacio para las nuevas tendencias. La que siempre ha sido considerada como capital cultural del país tiene ahora en Colonia Americana, pegado al centro, el faro que ilumina la escena underground. Aquí puedes ver galerías de arte por la mañana –como Tiro al Blanco– o asistir a un concierto por la noche –en el Bar Américas– y, en cualquier momento, tomar algo en el Café Correcto o, simplemente, sentarte en la plaza del Templo Expiatorio del Santísimo y ver la nueva vida pasar.
4. Wat Bo Village, en Siem Reap
Claro que, si vienes a Siem Reap, en Camboya, tienes que ver sus templos, pero siempre apetece poner el contrapunto entre pagodas milenarias y vanguardias artísticas. Aquí, la modernidad tiene un nombre y un espacio: se llama Wat Bo Village, está pegado al río y su epicentro, Wat Bo Road, concentra toda la modernidad de la zona, desde espacios de ultradiseño hasta restaurantes eco y food truck de cocina orgánica. Street 26 y Street 08 –al otro lado del río, conocida como Pub Street–, completan la oferta lúdica de este mini espacio con Laundry y Miss Wong, dos coctelerías de estética chinoiserie con música en vivo y muy buen rollo.
5. Vila Madalena, en São Paulo
En los años 80, los bajos precios de los alquileres (y las caipirinhas) pusieron a este barrio de São Paulo, Vila Madalena, de moda entre los estudiantes. Su popularidad se mantiene pero, en los últimos meses, el punto bohemio se ha multiplicado y crea una interesante mezcla de febril creatividad y vida relajada. En Vila –como se le conoce por aquí– puedes encontrar interesantes propuestas a cualquier hora del día, tiendas de moda independiente, bistrós –como Coffee Lab– donde saborear un café con paõ de queijo y locales donde escuchar en directo soul, funk y, por supuesto, samba. Aunque, sin duda, la visita estrella es Beco do Batman: una galería propiedad de la comunidad que expone al aire libre murales de street art.