No solo de Guggenheim vive Bilbao. Es cierto que el impresionante museo firmado por Frank Ghery sigue siendo el selfie obligado de todo visitante, pero el ADN de la capital vizcaína sigue siendo su casco antiguo y sus rincones más genuinos. El Aste Nagusia –las fiestas de la Semana Grande–, que comienza el próximo 20 de agosto es la excusa perfecta para recorrerlos.
1. El Puente de San Antón

Comienza por uno de los spots más entrañables de los bilbaínos: la iglesia de San Antón (Ribera, 24), de finales del siglo XV, en el límite con el casco viejo. Junto a ella, el puente del mismo nombre es el más antiguo de la ciudad: de hecho, es más antiguo que la propia ciudad. Durante años hizo posible el comercio con Castilla y su importancia es tal que aparece en el escudo de Bilbao, en el del Athletic Club y en el logo de la Eurocopa 2020.
2. Gorostiaga, el planeta boina


Desde la derecha de la ría, entra en el casco antiguo por alguna de las siete calles, un grupo de rúas paralelas declaradas Monumento Histórico-Artístico. No te vayas de esta milenaria cuadrícula sin comprar uno de los iconos de Bilbao: una txapela en Gorostiaga (Viktor Kalea, 9). Inaugurada en 1857, aquí sabrás el significado de cada color –en Bilbao se usa negra, en San Sebastián, azul y se coloca de lado; en Pamplona, roja–. El manual de uso también está claro: en Bilbao se coge leyendo la etiqueta, se apoya la frente y se empuja la cabeza, de forma que quede con visera delante y redonda por detrás.
3. El histórico Teatro Arriaga

No has estado en el Botxo –como los bilbaínos llaman a su ciudad– si no te ha llovido al menos un día. Y tampoco si no te has pasado por el Teatro Arriaga Antzokia, un majestuoso edificio neobarroco de 1890, inspirado en la Ópera de París, con un oscuro pasado de derrumbes, incendios, inundaciones y batallas legales a sus espaldas. Empezó a llamarse Arriaga por decisión popular, en honor a Juan Crisóstomo Arriaga, un músico bilbaíno al que llamaban el Mozart español. Aquí puedes ver alguno de sus espectáculos, o incluso asistir a los bailes típicos que se desarrollan en su gran plaza.
4. La Estación de la Concordia

En el otro margen de la ría, tras atravesar el Puente del Ayuntamiento, tienes una potente foto para colgar en tus redes: la espléndida fachada de la Estación de la Concordia (Bailén, 2), de 1902, que une Santander con Bilbao. Su decoración con cerámica, cristal y hierro forjado, proyectada por Severino Achúcarro, supuso el primer acercamiento al romanticismo en plena estética industrial.
5. San Mamés, la catedral del fútbol

Mucho más adelante, siguiendo la ría, la orilla se viste de rojo y blanco con los colores del Athletic Club. Incluso si no hay partido o si el fútbol no es lo tuyo, ver el estadio de San Mamés (Rafael Moreno pitxitxi, s/n) y su museo –con miles de objetos originales y propuestas interactivas– recarga adrenalina y te adentra en un área fundamental del espíritu bilbaíno. De noche, junto a la gabarra (barca) que transportaba al equipo cuando ganaba, es aún más mágico.
6. Aste Nagusia, las fiestas a lo grande


Bilbao celebra su Semana Grande con un programa repleto de gastronomía, folclore, cultura y verbenas. Como todos los años, la música es la gran protagonista de estas jornadas, con 8 escenarios repartidos por toda la ciudad y más de 100 conciertos gratuitos que convocan a los grupos más diversos, desde Viva Suecia y Ana Mena, hasta Fórmula V, La Oreja de Van Gogh, músicas clásica y del mundo, pop-rock local y ritmos de guateque. Para terminar, el tradicional concurso de fuegos artificiales.