Claude Monet, el gran padre universal del impresionismo –el término de esta corriente artística deriva justamente de una de sus obras, Impresión, sol naciente (1872)– aterriza estos días en Madrid para llenar el espacio CentroCentro de obras tan imprescindibles como Retrato de Michel Monet con gorro de pompón (1880), El tren en la nieve. La locomotora (1875) o sus megafamosos Nenúfares (1917-1920) y sus Glicinas (1919-1920), entre otras muchas.
Rechazadas al principio por los academicistas y los críticos más rancios, estas pinceladas espontáneas y rápidas, que creaban movimiento de la nada, enamoraron rápidamente a la opinión pública. Así nació el padre de la pintura moderna, un artista atípico y experimental, obsesionado con captar la luz y los momentos cambiantes de la naturaleza no para mostrarla tal cual, sino para provocar sensaciones –o impresiones– en el espectador, como si de un poema visual se tratara.
La exposición –organizada por CentroCentro y Arthemisia, en colaboración con el Musée Marmottan Monet de París– cuenta con más de 50 obras que recorren la trayectoria artística de Monet, desde la luz impresionista hasta la pintura al aire libre o su casa en Giverny, el espacio donde se refugió los últimos años de su vida para analizar, a golpe de pinceladas, las mil y una especies florales de su jardín. Son también sus obras más preciadas, aquellas de las que nunca quiso desprenderse y que concentran la esencia de su genio creativo.
La imagen que abre el texto es Paseando cerca de Argenteuil, 1875. Óleo sobre lienzo, 61×81,4 cm. París, Musée Marmottan Monet, donación Nelly Sergeant-Duhem, 1985. Inv. 5332 | Claude Monet © Musée Marmottan Monet, Paris
Monet. Obras maestras del Musée Marmottan Monet, París
CentroCentro
Plaza de Cibeles, 1. Madrid
21SEP23 – 25FEB24
Desde 16 €
Camille en la playa, 1870. Óleo sobre lienzo, 30×15 cm. París, Musée Marmottan Monet, legado Michel Monet, 1966. Inv. 5038 | Claude Monet © Musée Marmottan Monet, Paris