Vibrante, cosmopolita, moderna (y modernista), acogedora… Bruselas nos engancha al 100%, desde su espectacular patrimonio hasta su desconocida gastronomía o su pasión sin límite por la fiesta. Fieles a nuestro empeño en buscar la cara B viajera, estas Navidades dejamos para otra ocasión joyas absolutas del turismo de Bélgica –como Amberes, Gante y Brujas– y ponemos rumbo a la gran capital de la diplomacia y las sorpresas para celebrar su Plaisirs d’Hiver, su festival de Navidad. Acompáñanos en esta ruta mágica y divertida por los 5 puntos para recorrer en el top navideño de Bruselas.
1. Buscar recuerdos navideños en Winter Wonders y subir al tíovivo
El espíritu de la Navidad llegó a la capital belga el pasado 25 de noviembre, con la 22ª edición de Winter Wonders, el tradicional mercadillo navideño. Sus 240 chalés de madera abren a diario, de 12 a 22 h –excepto el 24 y el 31 de diciembre–, hasta el 1 de enero de 2023, y se extienden por toda la zona centro de la ciudad, desde la Place Sainte Catherine hasta la Bourse, la Place de la Monnaie o la de Marchè aux Poissons. El plan es rebuscar detalles navideños –aunque la oferta de artesanía es escasa–, saborear un típico vin chaud –vino caliente con canela– y montar en el tiovivo.
2. Patinar en la Place de la Monnaie y comprar chocolate en las Galeries Royales Saint-Hubert
En Navidad, Brussels By Night –20 km de iluminación navideña– añade un plus de magia a 160 calles de Bruselas. Recorre sus puntos fetiche –como el restaurante Chez Leon– y date una vuelta por las Galeries Royales Saint-Hubert, el mejor lugar para entender en primera persona por qué el chocolate belga es tan famoso –pásate por La Belgique Gourmande, Neuhaus, Leonidas…– y para resguardarte del frío que, en diciembre, puede tener máximas de apenas 6ºC. Aprovecha que estás junto a la Place de la Monnaie y atrévete con el curling en su pista navideña de patinaje sobre hielo.
3. Comer un gofre y saludar al Manneken Pis (y correr con él)
Otra visita para tachar de tu lista de imprescindibles navideños en Bruselas es comer un gofre calentito en Le Funambule, en la Rue de l’Etuve. Estás muy cerca de otro básico, la mini estatua del Manneken Pis, así que acércate para verlo con decoración de Navidad e, incluso, vestido de Papá Noel. Si estás por aquí el 27 de diciembre, apúntate a la tradicional carrera nocturna del Manneken Pis: 7 km que parten de las Galeries Royales Saint-Hubert y permiten ver los spots más turísticos desde una perspectiva diferente.
4. Subir a la noria gigante y ver el videomapping de St Catherine
Subir a la noria gigante que cada año se instala en la Place de Marché aux Poissons es ya una institución navideña. Tiene 42 cabinas –una de ellas acondicionada para personas con movilidad reducida– y las vistas desde arriba son espectaculares, aunque no aptas si sufres de vértigo, ya que estarás a 55 m de altura. Si buscas algo más relajado, muy cerca, en la Place Sainte Catherine tienes un precioso espectáculo de videomapping que se proyecta sobre su fachada todos los días, cada hora, de 17 a 23 h.
5. Admirar el árbol gigante de la Grand Place y despedir aquí el año
La Grand Place, el epicentro de la ciudad, concentra también toda una esencia navideña que no te puedes perder. Aquí está el árbol gigante de Navidad y un belén con figuras de tamaño real pero, lo más alucinante es el espectáculo de luz y sonido que se proyecta cada noche y cada hora, de 17 a 22 h –los viernes, sábados y domingos, cada 30 min– y que, durante 8 minutos, llena de mágicas historias los edificios de la plaza. El espectáculo de este año –What’s that sound, a cargo de Magic Monkey– rinde homenaje a la diversidad cultural a través de la música. La Grand Place acoge también la celebración de la Nochevieja aunque, cada vez más, la fiesta en la Place de Brouckère, con DJ’s, cuenta atrás y fuegos artificiales, gana terreno.