En el centro geográfico de Andalucía, Iznájar, Cabra y Almedinilla forman un triángulo de lujo que abraza el Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Además de su extraordinaria oferta de gastronomía, patrimonio y naturaleza, estos tres municipios cordobeses pertenecen al selecto club de los Pueblos Mágicos de España, una iniciativa que, cada año, premia a las localidades que apuestan por un turismo responsable que preserve esas particularidades que les convierten en únicos. Desde este año, Iznájar, Cabra y Almedinilla extienden su magia y se unen en la Subbética Mágica, una ruta que une estas tres localidades y propone conocerlas de forma conjunta.


Podemos comenzar esta ruta en Iznájar y el Lago de Andalucía, el mayor embalse de esta Comunidad Autónoma. Junto a esta grandiosidad y la de su Castillo –te encantarán sus visitas guiadas y su monumental escape room–, sorprenden sus callejuelas, sus calles estrechas y los pequeños rincones como el Patio de Comedias, donde se esconde el famoso Rincón del Beso. Las mejores panorámicas las tienes desde le mirador del Postigo o desde el de las Tres Cruces, con este embalse, un pequeño mar interior formado con agua del Genil.


La siguiente parada, Cabra, es un fabuloso contenedor de Historia donde encontrar desde restos paleolíticos, romanos, visigodos y andalusíes, hasta muestras del barroco cordobés y andaluz, como el convento de las Angustias y las iglesias de San Juan de Dios y de Nuestra Señora de la Asunción y los Ángeles. Visita también su casco histórico –protagonizado por las murallas y el castillo de los Condes de Cabra– y un ramillete de excelentes museos, como el del Aceite, el Círculo de Amistad, el de Historia Natural y Cabra Jurásica, donde te contarán todo sobre el Geoparque de las Sierras Subbéticas.


Almedinilla, uno de los pueblos más dinámicos de la zona, pone fin a este recorrido por la Subbética Mágica con una oferta imbatible, dividida entre un paisaje cordobés con casas blancas en medio de un mar de olivos y un pasado romano que surge en cada rincón. Lo verás en sus restos arqueológicos –El Ruedo está considerada una de las villas romanas mejor conservadas de la península ibérica–, pero también en Los placeres de la mesa romana, una cena teatralizada en la que los comensales pueden degustar platos elaborados en base al recetario de Marco Gavio Apicio, uno de los grandes chefs de la Historia.