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Charleston: 7 iconos para vivir el sueño sureño

Si metes en una coctelera casitas de colores, romanticismo en estado puro, delfines y piratas, el resultado puede ser el guión de una película muy loca o la historia de una de las ciudades más desconocidas de EE UU, Charleston.

Situada en Carolina del Sur, su ubicación, en la desembocadura de los ríos Ashley y Cooper, la convirtió en uno de los puertos más prósperos de la costa este norteamericana, pero también en un enclave tristemente marcado por su pasado: Charleston fue la principal entrada de los esclavos secuestrados en África. Este tráfico generaba tal cantidad de riqueza que, en 1860, ante las ideas antiesclavistas de Lincoln, Charleston entró de cabeza en la Guerra de Secesión –que se inició justo aquí–, junto a los confederados.

La sombra de este pasado planea sobre la ciudad y la verás en puntos como el Fuerte Sumter, el Old Slave Mart Museum –donde se subastaban los esclavos– y en las lujosas mansiones del centro histórico. Pero nosotros vamos a centrarnos en su espíritu más desenfadado y también en el más dulce, porque Charleston es, ni más ni menos, el escenario donde se rodó una de las películas más románticas de todos los tiempos: El diario de Noah.

1. Esta ciudad es una piña

Pineapple Fountain | ExploreCharleston

La piña es el símbolo de Charleston. La verás por todas partes –en imanes, tazas, gorras…–, y no porque esta fruta abunde por estas latitudes, sino por todo lo contrario: cuando los capitanes regresaban a la ciudad tras meses de navegación, traían esta exótica fruta y la colgaban en la puerta de su casa como símbolo de hospitalidad. La piña es el remate de muchas casas pero la más famosa es la Pineapple Fountain, la fuente más importante de la ciudad, situada en Waterfront Park, un parque muy agradable donde pasar el día junto al río Cooper.

2. Toda una hilera de casitas de colores

Charleston | Leonel Heisenberg. Unsplash

Te lo advertimos: nadie creerá que has estado en Charleston si no subes a tus redes fotos de la Rainbow Row. En un principio, esta hilera de 13 casas georgianas de diferentes colores hacía la función de casa y de tienda de mercaderes. Tras unos cuantos años en el olvido, un particular mandó restaurar y pintar estas fachadas en tonos pastel y, años después, muchos vecinos se sumaron a la iniciativa y colorearon también los muros de sus casas, con el fin de rebajar el termómetro de Charleston que, en verano, alcanza temperaturas sofocantes.

3. Cómo convertirte en protagonista de El diario de Noah

Charleston The American Theater | Andrew Shelley. Unsplash
Magnolia Plantation | visittheusa.mx

Si te pega un ataque de romanticismo, déjate llevar y no te avergüences. De hecho, puede que ni se note porque en esta ciudad todo rezuma pasión. La mítica historia de El diario de Noah se rodó en estas calles –en lugares como el College y The American Theater, donde Noah le pide bailar a Allie– y, aunque no existe una ruta turística al uso, sí hay establecimientos como el HarbourView Inn que reviven el eterno romance de Allie y Noah. Además de 3 noches de estancia en una suite llena de rosas y vino espumoso, el paquete especial de este céntrico 4* incluye paseo en carruaje privado, entradas a la Boone Hall Plantation y la Magnolia Plantation –la más antigua del país, construida en 1676– e importantes descuentos para tomar un helado en Jeni’s Splendid Ice Cream y comer en High Cotton, el restaurante donde Noah ve a Ally desde la ventana, almorzando con su prometido. Además, una selección de libros para leer con tu pareja y un diario encuadernado en cuero.

4. Llega el Festival de Vino y Gastronomía

Catch Of The Day | Cooper. CharlestonWineandFood

En Charleston, la gastronomía no solo es importante sino una auténtica liturgia que se vive con pasión. La influencia de diferentes cocinas –francesa, afroamericana, escocesa…– y la variedad de platos autóctonos, que va desde las ostras y los cangrejos hasta el vino pasando por la calabaza y los tomates verdes fritos, ha desembocado en el Charleston Wine & Food, un festival que se celebra del 1 al 5 de marzo en diferentes puntos de la ciudad, como Kings Street –la calle principal– y Riverfront Park, donde se instala el Culinary Village. Una fiesta para el paladar con auténtico sabor sureño repleto de cenas de autor, talleres de bebidas, cervezas artesanales, brunches… todo con un fuerte compromiso con la sostenibilidad y amenizado con conciertos de hip-hop y DJ’s.

5. Todo el refinamiento del French Quarter

Charleston French Quarter | visittheusa.mx

Pequeño y encantador, el French Quarter es una cuadrícula deliciosa de callejuelas y edificios con rincones tan inolvidables como la callejuela Philadelphia Alley, una de las más estrechas y cortas de la ciudad. La iglesia de San Felipe –su imponente torre cumplió durante años, la función de faro–, Monumento Histórico Nacional, preside este delicioso barrio, cuyo sabor francés recuerda bastante al French Quarter de Nueva Orleans.

6. Igual que baila el mar con los delfines

Ravenel Bridge Charleston | David. Pixabay

¿Sabías que Arthur Ravenel Jr. Bridge es el puente más largo de América del Norte? Sus 4 km de largo incluyen 4 carriles por sentido, aparte del carril bici y el destinado a peatones (y de un teléfono de emergencias). Cruzarlo o, al menos, caminar hasta la mitad, no solo es imprescindible para disfrutar de unas de las vistas más espectaculares de la ciudad, sino para ver los delfines –sí, delfines mulares– que saltan en sus aguas. Si quieres estar más seguro de verlos, acércate a Shem Creek y recorre los estuarios de Lowcountry: cada tarde, los delfines se reúnen aquí para disputarse los trozos de carnaza que desechan los pescadores.

7. Las grandes plantaciones del sur

Boone Hall | Zauberfrau. Pixabay
Avenue Of Oaks | BHP

No te puedes ir de Charleston sin haber visitado una de sus míticas plantaciones. Para vivir el espíritu de Gone with de wind (Lo que el viento se llevó), te recomendamos acercarte a Boone Hall Plantation & Gardens, una de las plantaciones que sigue en activo –sus avenidas están repletas de robles y camelias– pero que, en vez de algodón, cultiva fresas, tomates y melocotones. La entrada (26,50 €), incluye un recorrido explicativo por las casas de los esclavos y acceso a la planta baja de la casa, al parque y al mariposario. Es uno de los escenarios más bucólicos de la ciudad y uno de los preferidos para celebrar bodas y, sí, como ya te habrás imaginado, también aparece en El Diario de Noah: la mansión es la casa de verano de los padres de Allie y, la avenida de robles, el escenario de un paseo en bici de la pareja.

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