A punto de comenzar la temporada navideña, Europa da el pistoletazo de salida con la puesta en marcha de sus tradicionales mercadillos de Navidad, espacios que combinan artesanía y oferta gastronómica con música local y actividades para disfrutar en familia. Y nosotros, fieles a nuestro empeño en buscar la cara B, dejamos a un lado los destinos masificados y el marketing navideño para explorar los rincones más genuinos y diferentes que, en estos días, se visten de auténtica fiesta.
1. Colliure (Francia), la invasión de los ‘papanoeles’
Además de albergar la tumba de Machado, Colliure, la ciudad de las anchoas y los pintores, es un rincón diferente donde disfrutar de la Navidad. Junto a la gastronomía y los conciertos del mercado navideño –en la Esplanade du Fauborg–, del 1 al 31 de diciembre no te pierdas Luz en el mar –con proyecciones nocturnas sobre el campanario, el castillo…– y la llegada sorpresa de Papá Noel (o de varios) a algún punto secreto de este enclave.
2. Winterthur (Suiza), el rincón de la fondue
Conciertos, pintacaras, talleres para fabricar velas, marionetas, desfiles de zancudos, juegos de mesa, intercambio de ropa, artesanía… Del 20 de noviembre al 23 de diciembre, el programa del Wintermarkt (Mercado de invierno) en la Teuchelweiherplatz de Winterthur es tan extenso como completo. ¿Lo más interesante? Las ofertas netamente suizas, como el chalet de fondue, una casita de madera donde saborear esta delicia a base de queso, con versión clásica y vegana.
3. Bolzano (Italia) y sus navidades al estilo tirolés
En pleno Tirol italiano, el mercado navideño de Bolzano es uno de los más entrañables y antiguos del país. Del 29 de noviembre al 6 de enero, más de 80 expositores se congregan en Piazza Walther, llenando las casetas de madera de adornos de cristal, artesanía de madera y objetos de cerámica. Junto a ellos, una oferta fronteriza en la que no faltan delicias gastro como los Zelten (pan dulce) y los Strudel de manzana acompañados de vino caliente, y moda local, a base de prendas de loden y lana.
4. Craiova (Rumanía), todo un mundo de luces y magia
Más de un millón de bombillas LED son las responsables de que el mercado navideño de Craiova sea el mejor de Rumanía y, según el ranking de European Best Destinations, el segundo mejor de Europa, después del de Budapest. Del 15 de noviembre al 5 de enero –además de conciertos, mercados, pista de hielo, gastronomía…–, Papá Noel cruzará el cielo de Craiova en su trineo, los personajes de Star Wars recibirán a todos en la plaza Mihai Viteazul y La Bella y la Bestia bailarán en directo gracias a la IA.
5. Riga (Letonia), un helado cuento de invierno
En diciembre, la temperatura media no sube de 1ºC pero, aún así, el invierno es un momento idóneo para conocer la capital letona. El mercado navideño de Riga, en pleno corazón del casco antiguo, en la plaza Doma, es uno de los más entrañables y (todavía) menos masificados. Del 29 de noviembre al 2 de enero, el aroma a piparkükas (galletas de jengibre) y karstvïns (vino caliente) llena sus senderos de luces y te conducen directos al gran árbol de Navidad y la casa de Papá Noel.
6. Poznan (Polonia), un ‘photocall’ muy navideño
Del 18 de noviembre al 22 de diciembre, Poznan se viste de gala para recibir la Navidad. El centro histórico de esta ciudad polaca –frente a la Dworzec Zachodni– acoge el gran mercado navideño, un encantador escenario con un árbol de 16 metros, una noria gigante y la única pista de hielo de la ciudad, además de más de 70 puestos de artesanía y gastronómicos. Junto a ellos, un carrusel veneciano y una rueda gigante de molino, además de actuaciones y esculturas de hielo en directo.
7. Berlín (Alemania), en clave LGBTQIA+
Todo, menos ordinario. Este es el lema de la Avenida de la Navidad, el mercado navideño de la diversidad en Berlín que, desde 2019, convierte los bajos de la parada de metro de Nollendorfplatz en el epicentro de la comunidad LGBTQIA+. Del 25 de noviembre al 23 de diciembre, la zona se llena de purpurina y vino caliente, con un popular drag bingo y espectáculos transformistas para mayores de 16 años. Los días previos –hasta el 23 de noviembre– los Días de Invierno debaten temas sociales y queer.
8. Copenhague (Dinamarca), unas fiestas muy ‘hygge’
Aunque la capital danesa cuenta con unos cuantos mercados navideños para celebrar estas fechas, los locales adoran el de Højbro Plads, uno de los más antiguos de la ciudad y el que mejor conserva la esencia de la tradición. Del 5 de noviembre al 21 de diciembre, Københavns hyggeligste julemarked –el mercado navideño más acogedor de Copenhague, como se denominan a sí mismos– cultiva el famoso hygge a base de corazones rojos, pistas de patinaje, guirnaldas y mucho Gløgg (ponche escandinavo).
9. Valkenburg (Países Bajos) y el encanto subterráneo
Del 15 de noviembre al 5 de enero, Valkenburg –al sur del país– se transforma en Kerststad Valkenburg, con una inmersión total en el espíritu navideño. Desde el desfile de Navidad hasta las pistas de trineo, pasando por el pueblo de Papá Noel: aquí todo rezuma fiesta, pero te gustarán especialmente los puestos de Fluweelengrot (Gruta de Terciopelo), que serpentean bajo las ruinas del castillo de Valkenburg y la Gruta Municipal y crean el mayor mercado navideño subterráneo de toda Europa.
10. Birmingham (Reino Unido), un puente al mundo alemán
Si eres de los que piensan que las fiestas navideñas son un momento para tender puentes entre diferentes pueblos y culturas, en el mercado navideño de Birmingham lo verás de forma tangible ya que, del 1 de noviembre al 24 de diciembre, espacios como Victoria Square o el distrito de New Street se convierten en un pedacito de Frankfurt. De hecho, éste es el mercado alemán más grande que se celebra fuera de territorio teutón, un lugar 100% british donde saborear Glühwein y una Currywurst.
11. Belfast (Irlanda del Norte) y el viaje a la época victoriana
Del 16 de noviembre al 22 de diciembre, Belfast se viste sus mejores galas navideñas para poner en marcha el Belfast Christmas Market, el mercado de Navidad más grande de toda la isla. Más de 100 comerciantes se dan cita en esta fiesta para celebrar, a base de artesanía y oferta gastronómica, unos días llenos de magia en los que no faltarán chocolates, quesos y vino caliente. Además, Santa Claus y de Charles Dickens, escritor al que se dedica el mercado de este año en un viaje a la época victoriana.
La imagen que abre el texto es Belfast Christmas Market | ©Brian Morrison