Un mes después de que el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco engrosara la lista de los protegidos con 42 nuevas incorporaciones –33 culturales y 9 naturales– repasamos nuestros favoritos. En esta edición, la nº 45, España suma un nuevo enclave –los Yacimientos Prehistóricos de la Menorca Talayótica– y se convierte en el 5º país del mundo con más sitios declarados Patrimonio Mundial (50), después de Italia (59), China (57), Alemania (52) y Francia (52). El resto, se reparten a lo largo del planeta y crecen cada año. Estos son los nuevos enclaves Patrimonio de la Humanidad.
1. El paisaje cultural de los antiguos bosques de té de la montaña Jingmai en Pu’er, China


En la provincia de Yunnan, al suroeste de China, las aldeas tradicionales de la montaña de Pu’er y sus antiguos bosques de té son un ejemplo vivo de cómo la población se ha adecuado a la orografía de un terreno para extraer lo mejor de él sin dañarlo. El respeto de los diferentes ecosistemas y las ceremonias relacionadas con los ancestros del té, no podría sobrevivir a una invasión turística.
2. Monumentos de ‘piedra de ciervo’ y sitios relacionados con la Edad de Bronce, Mongolia


Uno de los legados más importantes de los pueblos nómadas euroasiáticos del final de la Edad de Bronce son estos monumentos de piedra de ciervo, unas estelas gigantes de hasta 4 metros de altura, con estilizadas figuras de ciervos grabadas, datadas entre el 1200 y el 600 a.C. De las 1.500 piedras de ciervo encontradas en la estepa asiática, el 80% están en Mongolia y son un legado vivo que preservar.
3. Túmulos de Gaya, Corea del Sur


Los túmulos de Gaya –siete grupos de tumbas pertenecientes a esta antigua confederación coreana, que practicó una política de cohesión con sus vecinos– son el nuevo enclave protegido por la Unesco, el número 16 de una lista que incluye espacios como la gruta Seokguram o el palacio Changdeok. Los jueces han premiado la buena conservación de estos cementerios, así como sus objetos de artesanía.
4. Yacimiento de Gordio, Turquía


A unos 80 km al suroeste de Ankara, el yacimiento de Gordio es ya el espacio nº 20 de este país inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Las ruinas de la ciudad, capital del antiguo reino de Frigia, consiguen esta distinción por su legado histórico: su posición estratégica, la abundancia de agua y las tierras fértiles la convierten en uno de los asentamientos humanos más prolongados.
5. Koh Ker: sitio arqueológico de la antigua Lingapura o Chok Gargyar, Camboya


Este conjunto de pinturas, inscripciones y restos arqueológicos escondido (e integrado) en los bosques de Camboya es Koh Ker, Patrimonio Mundial desde este año. La ciudad, que llegó a ser capital del imperio Jemer y compitió con Angkor, es hoy un valioso espacio donde estudiar una planificación urbana poco convencional, fruto de la fusión de la cultura india y el simbolismo religioso.
6. Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj, Guatemala


En la costa del Pacífico de Guatemala, entre el declive de los olmecas y el comienzo de los mayas, se produjo una etapa de transición muy fructífera que quedó reflejada en Tak’alik Ab’aj. Es la ciudad que surgió hacia el 800 a.C., un gran centro económico y comercial de piedras preciosas –sobre todo, de jade– que en estos días ha engrosado la lista de los espacios Patrimonio Mundial de la Humanidad.
7. Santiniketan, India


Esta escuela residencial, ubicada en la zona rural de Bengala occidental, fue el experimento educativo en el que su fundador, el poeta y filósofo Rabindranath Tagore, quiso plasmar su visión del mundo. El espacio fue atípico desde su nacimiento, tanto por las clases, que a veces se impartían bajo los árboles, como por la arquitectura, que buscaba una modernidad panasiática alejada de la estética británica.
La imagen que abre el texto es Bird’s eye view of the Okjeon Tumuli | Seo Heun Kang. ©World Heritage Nomination Office for the Gaya Tumuli