Conmemora la Declaración de Independencia de Escocia, firmada el 6 de abril de 1320 en Arbroath, pero el Tartan Day –ha nacido en Canadá pero la fiesta más importante se vive en Nueva York– es mucho más que una jornada para homenajear a esta tela típicamente escocesa. El tartán (el tejido de cuadros) y el kilt (la prenda realizada con él) están cargados de historia, secretos y simbolismos. Te descubrimos algunos de los más interesantes.

- El tartán proviene de la región de las Highlands y aparece mencionada por vez primera en 1538. Es una tela de rayas –sett– horizontales y verticales que se entrecruzan formando cuadros y que se teñía con plantas de la región, musgo y bayas.
- La falda que se confecciona con el tartán es el kilt. Originariamente era un trozo de tela de 5 m con la que se rodeaba la cintura y, el sobrante, se colocaba encima del hombro, sujeto con un alfiler.
- El kilt se popularizó cuando los regimientos de las Highland, que servían con el ejército británico, la eligieron como vestimenta oficial. Parece que aquí nació el mito de que el kilt se lleva sin ropa interior: los oficiales usaban un palo con un espejo para inspeccionar las posibles enfermedades venéreas del regimiento.
- La aristocracia también lo adoptó y convirtió en un artículo de moda que usaba para ir de caza o acudir a fiestas. En la actualidad, se suele llevar kilt en las bodas, los juegos de las Highlands y en los ceilidhs, tanto los bailarines como los miembros de la banda.
- El kilt se acompaña de un sporran –monedero en gaélico, una pequeña bolsa alrededor de la cintura–, un alfiler que une la falda por delante y una sgian dubh, una pequeña daga que se guarda en los calcetines.
- Los diseños son únicos y, en la antigüedad, no se podían usar de forma arbitraria, ya que diferenciaban a cada clan familiar. Si quieres llevártelo puesto, empresas como Kinloch Anderson los realizan según el método tradicional pero, antes, revisa el listado de colores y diseños existentes en el Scottish Register of Tartans. O puedes realizar el tuyo propio e incluso registrarlo.
- Las pasarelas también han sucumbido al efecto hipnótico de los cuadros. Diseñadores como Vivienne Westwood los incluyen habitualmente en sus desfiles y firmas como 21st Century Kilts ofrecen una vanguardista alternativa para usar el kilt a diario.


