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Tendencias 2025: cómo y dónde nos va a gustar viajar

Escapadas que miran las estrellas, los escenarios cinematográficos o los conflictos sociales entre poblaciones indígenas. Viajeros que quieren convertirse en la guinda del pastel y protagonizarlo y probarlo y sentirlo todo por medio de experiencias diseñadas a su medida; y viajeros que buscan fundirse con la naturaleza de la forma más discreta posible. Descubrimientos únicos y vuelta a la nostalgia viajera. Estas son algunas de las tendencias que protagonizarán nuestras escapadas en los próximos meses del año.

photographing_the_northern_lights_gildeskaal_northern_norway_photo_petter_formo_www_nordnorge_com_gildeskaal_El viajero global
Fotógrafos con una aurora boreal en Gildeskål, Norte de Noruega | Petter Formo. nordnorge.com

1. El mundo digital en todas sus vertientes llega para quedarse en el ámbito de los viajes, tanto a la hora de compartirlos en RR SS y de convertir un destino en un gigantesco photocall, como al elegir planificarlos (y personalizarlos) con ChatGPT y dejarlo todo en manos de inteligencias más o menos artificiales. En la otra cara de la moneda, crece una tendencia que ya se vio el pasado año y que aboga por la desconexión total. Es el JOMO (Joy of Missing Out), un fenómeno que apuesta por alojamientos sin wifi en ubicaciones remotas por parte de viajeros que buscan un paréntesis en el estrés digital.

2. En 2025 miraremos al cielo más que nunca para decidir nuestros destinos y conectarnos con el espacio por medio del astroturismo, ya sea observando estrellas con empresas especializadas o incluyendo museos y espacios astronómicos divulgativos. Los cielos limpios serán un factor importante a la hora de elegir escapada y, junto a ellos, los fenómenos estacionales –como las auroras boreales– o puntuales –eclipses, lluvias de estrellas…–, que tienen lugar cada determinado espacio de tiempo y hacen que solo tengamos la posibilidad de verlos una vez en la vida, lo que aumenta su atractivo.

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Edificio Carrión, con el icónico cartel de Schweppes | Carmen R. Pinos

3. El nuevo viajero quiere más que nunca formar parte del entorno y fundirse con él, sentir que, aunque sea por poco tiempo, pertenece a esa comunidad. Es el fortalecimiento del turismo comprometido, que aboga por la conservación de la playa en la que descansa y la selva que recorre, una nueva corriente viajera que se informa exhaustivamente antes de llegar al destino, que denuncia los desajustes sociales y se implica en la preservación de la naturaleza. También se preocupa por conocer y respetar las diferentes poblaciones y etnias autóctonas y por entender sus conflictos internos.

4. Siempre ha estado ahí pero, en 2025, el turismo cinematográfico gana adeptos, con rutas específicas que recorren desde los escenarios de Harry Potter y El Señor de los Anillos hasta, más actualmente, los nuevos gladiadores del Coliseo o la París y Roma de Emily en París. Según The Travelling Set –consultora de expertos en este tipo de viajeros– en España el turismo de cine seduce a 4 de cada 10 viajeros, que buscan rutas establecidas –dedicadas a Berlanga, Almodóvar, Álex de la Iglesia…– o recurre a empresas especializadas, como Lorens, para confeccionar visitas a la carta.

Apicultor por un día. Burgos | Miel de Frías

5. Los viajes experienciales también rizan el rizo y se especializan de forma exponencial. Ya no se trata de comprar el típico tarro de miel antes de abandonar el pueblo; ahora la oferta (y la demanda) es conocer el proceso y formar parte de él: vestirte de apicultor, explorar una colmena, conocer cómo se elabora la miel, degustarla y hasta empaquetarla antes de llevártela. Las experiencias abarcan todo el espectro de gustos y personalidades y van desde convertirte en pastor hasta meterte en la piel de un conductor de Fórmula 1 o incluso propuestas más random, como dormir en una auténtica cárcel.

6. Otra tendencia del año es volver los ojos al pasado, dejarse atrapar por la nostalgia y regresar a los viajes vintage, es decir: aquellos en los que el propósito no es tanto disfrutar del destino en cuestión, sino del viaje propiamente dicho. Nos referimos a las escapadas en autocaravana, las rutas en moto, las pequeñas travesías de navegación entre canales, los cámping con airstream… Y desde luego, al tren, uno de los medios de transporte más románticos e inspiradores, tanto si hablamos de pequeñas rutas entre montañas como de travesías tan legendarias como el Transiberiano o el Orient Express.

Playa de Vlorë. Albania | EVG

7. La sostenibilidad es otro valor al alza a la hora de decidirse por un destino. Si a esto le unimos la onda eco, que también se incrementa, tenemos ante nosotros un espectro viajero 100% verde que gana adeptos. La naturaleza se disfruta en todos los sentidos, desde rutas para identificar plantas en entornos urbanos hasta avistamiento de osos pardo o de lobos en su hábitat. Junto a ellas, festivales de jardinería, paseos botánicos, concursos de árboles y salidas al campo para reconciliarnos con el entorno silvestre a base de abrazar árboles, yoga al aire libre o retiros de bienestar.

8. La masificación en algunos clásicos del turismo ha hecho que muchos destinos impongan tasas y/ o restrinjan sus horarios a la hora de acceder a sus museos, parques nacionales o restos arqueológicos. Las colas de visitantes esperando turno para hacerse un selfie con la Mona Lisa en el Louvre o para fotografiar las ruinas de Pompeya hacen que muchos desistan y busquen alternativas. Pero, ¿es posible encontrar paraísos por descubrir en Europa? Parece que sí. En 2024 Albania fue la gran sorpresa viajera, un primer puesto que, en 2025, puede que ocupen destinos como Georgia o Eslovenia.

Nature | Iamangela9. Pixabay

9. Analizar las previsiones meteorológicas de un destino antes de un viaje no es solo síntoma de querer tenerlo todo atado y bien atado, sino de intentar prevenir los cambios que, en los últimos años, está provocando el cambio climático. Desde tormentas tropicales que se convierten en huracanes hasta inundaciones e incendios pero, sobre todo, las temidas olas de calor extremo. En 2025, los países mediterráneos pierden puntos a favor de destinos que (de momento) garantizan refrescar el termómetro veraniego, como Noruega, Suecia, Finlandia o Islandia y, fuera de Europa, Canadá y Alaska.

10. La familia arquetipo formada por papá, mamá, hijo e hija se quedó anclada en el siglo XX. Hace ya tiempo que la especialización viajera copa muchas ofertas que buscan satisfacer los nuevos patrones familiares pero, en 2025, el sector crecerá de forma vertiginosa. A las escapadas para singles y familias monoparentales se unen con fuerza las propuestas para viajeros con mascota y matrimonios separados pero que disfrutan las vacaciones con sus hijos. Junto a ellos, el sector silver y el MeMooner –viajan y disfrutan de tiempo libre en solitario– y las mujeres viajeras, ganan adeptos.

La imagen que abre el texto es Airport | jeshoots.com. Pixabay

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