La conexión entre sociedad, diseño y recursos naturales es la gran apuesta de este urbanista indio, galardonado por la institución británica, que trabajó con Le Corbusier y Louis Khan. Su forma de idear edificios, como una herramienta ecológica y poética que se adapta a su tiempo, le convirtieron, en 2018, en el mejor arquitecto del año y en ganador del Pritzker, los Oscar de arquitectura.


Cuatro años después, otra prestigiosa institución –el Instituto Real de Arquitectos Británcios (RIBA)– le concede su Medalla Real de Oro como reconocimiento al impacto de sus 60 años de carrera en las nuevas generaciones y a su influencia en la arquitectura de la India. El modernismo, el clima y la tradición local son tres pilares presentes en toda su obra, desde el Instituto de Indología –donde investiga en estrategias bioclimáticas– hasta Sangath –moverse juntos, en sánscrito–, su propio estudio 100% conectado con la naturaleza.




El compromiso de Doshi con las viviendas ‘low cost’ le llevó a decir: “Debería prestar juramento y recordarlo toda mi vida: proporcionar vivienda adecuada a la clase más baja”. En Indore (India), las de Aranya llevan su firma y su filosofía de vida: se atrevió a mezclar familias de diferentes clases económicas en una sociedad con tantas castas como la india. Un acto revolucionario con el que ganó el Premio Aga Khan de Arquitectura en 1996.