La gastronomía del valle del Duero, junto con los legendarios platos portugueses y los alimentos de las colonias de ultramar, se funden en Oporto para crear un catálogo de sabores único y contundente. Con el mítico vinho do Porto como hilo conductor, iniciamos una ruta gastronómica que nos lleva por sus mercados, por el inevitable (y riquísimo) bacalhau y por propuestas como la francesinha que, sin ser históricas, forman ya parte de la carta de sabores de esta ciudad. Estas son nuestras 5 visitas gastro para saborear Oporto.
1. ‘Petiscar’ con un ‘vinho do Porto’
Cruza el icónico Puente de Don Luis I, uno de los 6 de la ciudad, construido en 1877 por un discípulo de Eiffel. Esta orilla del Duero no es exactamente Oporto, sino Vila Nova de Gaia, pero aquí se concentran las 15 bodegas de su famoso vino. En una de las clásicas, Caves Cálem, sabrás por qué se corta la fermentación de la uva con aguardiente, qué es un tawny y otros secretos de esta DO, que solo admite uvas del valle del Duero.
2. Atreverse con una ‘francesinha’
Para entrar en la gastronomía de Oporto por la puerta grande, ¿qué tal una francesinha? Este contundente emparedado relleno de bistec, butifarra, longaniza, embutido y jamón, con queso gratinado y sumergido en salsa de cerveza y tomate picante no es un plato histórico –tiene menos de un siglo– pero se ha popularizado de tal forma que es el más internacional. En Brasão Coliseu son expertos en este plato, especial estómagos inquietos. Si no quieres morir en el intento, pide media (9,5 €) y compártela.
3. Pasear por el mercado de Matosinhos
Aquí, el ambiente fluvial deja paso al marítimo. Si tienes alguna duda de que estás en pleno Atlántico, sumérgete en este cielo casi cubierto de gaviotas y con un permanente aroma a sardinas asadas. Estás en la lonja, junto al puerto, la zona de subasta y venta de pescado. Para el almuerzo, te recomendamos una lubina a la parrilla en el restaurante O Valentim. Si lo acompañas con un caldo verde y unas almejas, y lo rematas con pastel de fruta de la pasión, estarás a punto de tocar el cielo.
4. Comprar conservas gourmet
Si estabas echando en falta el bacalao en esta lista de imprescindibles de Porto, aquí lo tienes: envasado y vestido de alta costura, para saborearlo, por ejemplo, con nueces e higos: una delicia absoluta. Conservas las tienes en toda la ciudad, pero nos gustan especialmente las de O mar na lata, en Matosinhos, por su estética vintage y sus ediciones gourmet, como el paté de atún picante o los calamares guisados.
5. Degustar una cachaça junto al Douro
La influencia de los territorios de ultramar sigue vive en Oporto con sorpresas como la cachaça, una especie de ron brasileño elaborado con el jugo de la caña de azúcar. De abril a octubre, tienes un sitio muy especial para saborearlo: el Hotel Vincci Porto, un 4* de estética postindustrial junto al Museo del Carro Electrico y muy cerca del Puente de Arrábida. Sube al Douro Sky Lounge y disfruta de vistas únicas, atardeceres naranjas y ambiente muy cool, con sesión Dj y cócteles de cachaça.