Puede que cuando pienses en rascacielos en Europa, lo primero que te venga a la mente sean países como Inglaterra o Rusia. Pero, si hablamos de la UE, el primer puesto se lo lleva Varsovia, la capital polaca, –con permiso de Benidorm, que ocupa la mayor densidad del continente en construcciones de más de 100 metros, el primer requisito para ser un rascacielo–.
La capital polaca acaba de concluir su proyecto más ambicioso en altura, la Varso Tower, firmado por uno de los pesos pesados del diseño, Sir Norman Foster + Partners, y con un nombre, Varso, que rinde homenaje a la acepción latina de la ciudad. Ubicado en el distrito financiero de Wola, junto a la Avenida Juan Pablo II y la estación de trenes, el complejo –Varso Place de HB Reavis– consta de tres edificios, dos de 81 m y 103 m respectivamente, y un tercero de 310 m, inaugurado este mes de noviembre.
Dentro, un hotel, un hub de innovación y un buen número de oficinas, tiendas, restaurantes, cafeterías y gimnasios que confluyen en torno a un núcleo central, una plaza pública acristalada con árboles interiores y asientos que se convierten en el corazón urbano del complejo. Y, por encima de todo, la joya de la corona: la parte superior de la torre, a la que se accede por dos ascensores panorámicos y que contará –su apertura está prevista para enero de 2023– con un bar-terraza ajardinado, con 16 árboles, y un mirador único sobre el skyline de Varsovia a 230 m sobre el suelo.
