La capital balear se blinda ante la cara oculta de la globalización y pone en valor uno de sus activos más potentes y entrañables: sus comercios emblemáticos. Son establecimientos con siglos a sus espaldas que defienden el valor de lo cercano y apuestan por la tienda de toda la vida. Se trata de crear barrio y de mantener intactas esas señas de identidad tan únicas que (supuestamente) han hecho que alguien viaje desde la otra punta del planeta para conocerlas.
Contra el turismo masivo e impersonal, grandes dosis de historia y sabor auténtico y, contra los visitantes estacionales, una tarde de charla y anécdotas en estas tiendas centenarias. Recorremos 13 de las 125 que forman este singular entramado de la memoria urbana.
1. Forn de la Glòria

Sebastià y Francisca Camps, los actuales propietarios, aseguran que en el Llibre del Repartiment de Jaume I ya se hablaba de este comercio, tan antiguo que da nombre a la calle. En su horno moruno y original triunfa la Ensaimada de Mallorca, una delicia lisa o con cabello de ángel y con IPG propio.
- C/ Forn de la Glòria, 7. Desde 1717
2. Bar Bosch

El bar de toda la vida y uno de los sitios estrella para quedar en Palma es también uno de sus rincones más icónicos. Además de servir excelente leche merengada y granizados de almendra, sus llagostes –panecillos calientes– rellenas de queso o anchoas han enamorado a clientes como Miró o Sabina.
- Pl. de Joan Carles I, 8. Desde 1936
3. Forn Fondo

El rótulo azul con sus letras doradas es una joya modernista de la ciudad pero se cree que Forn Fondo pudo ya existir en 1740. La cuarta generación –encabezada por Pau y Neus Llull– sigue al frente de este paraíso gastro, famoso por su pan, ensaimadas y quartos embetumats (emborrachados y cubiertos).
- C/ de la Unió, 15. Desde 1911
4. Fornet de la Soca (antic Forn des Teatre)

El Fornet de la Soca, Antic forn des Teatre, es una de las joyas modernistas de la ciudad, con su fachada de madera protegida y el nombre del primer panadero, Jaume Alemany, bajo el dragón alado. Dentro, recetas tradicionales de la repostería mallorquina recuperadas por sus propietarios.
- Pl. de Weyler, 9. Desde 1916
5. Colmado La Montaña

La Guerra Civil truncó la carrera de Francisco Miralles, que dejó sus estudios de Bellas Artes para fundar el colmado La Montaña. El esfuerzo por la excelencia –recorría la isla en bici en busca del mejor queso payés– se ha convertido en un referente gastro de la ciudad, con la sobrasada como producto estrella.
- C/ de Jaume II, 27. Desde 1941
6. Sombrerería Casa Juliá

Cuatro generaciones después de que Francesc Julià abriera Casa Julià en la calle Sa Capelleria –la actual El Sindicat se llamaba así por sus numerosas sombrererías– y recibiera la medalla de plata, Daniel y Silvia Estela dirigen este icono de las gorras y sombreros, al que han añadido paraguas, bastones…
- C/ del Sindicat, 23. Desde 1898
7. Mimbrería Vidal

De los 16 talleres de cordelería censados en Mallorca en el siglo XVI, Mimbrería Vidal es casi el único en pie. Tomás Vidal, nieto del primer propietario, recuerda que su abuela le enseñó a tejer la rejilla de las hamacas; mientras, se adapta a los tiempos y vende online cestas en Alemania y Gran Bretaña.
- C/ de la Cordería, 13. Desde 1925
8. Ca’n Joan de s’Aigo

Empezó vendiendo hielo de la Serra de Tramuntana, al que luego añadió jugo de frutas para elaborar helados. La cosa se fue liando y, algunos siglos después, Ca’n Joan de s’Aigo es un referente de Palma gracias a su helado de almendras y su chocolate artesanal, además de sus ensaimadas y quartos.
- C/ de Sanç, 10. Desde 1700
9. Ca Donya Àngela

Cuando Pedro Forteza compró esta tienda, la propietaria era ni más ni menos que la Santa Inquisición. Once generaciones después, el establecimiento más antiguo de Palma –la mercería recibe su nombre en memoria de Àngela Bonnín, propietaria desde 1931– sigue enredando entre hilos, cremalleras y botones.
- C/ de Jaume II, 33. Desde 1685
10. Paraguas

Ya no confeccionan aquí los paraguas –cerraron en los años setenta del pasado siglo– pero la que fuera primera fábrica de paraguas de Mallorca sigue ofreciendo bastones, abanicos, mantillas y, por supuesto, paraguas. Los que le hicieron famoso hace ya cuatro generaciones y cuyo nombre figura en el rótulo.
- C/ de Jaume II, 22. Desde 1910
11. Vidrierías Gordiola

Caña, pinza y tijera. Son las tres herramientas de la artesanía del vidrio soplado, las mismas que usaban los romanos y que, 325 años después y con museo propio, son la base de Gordiola. En la octava generación, el reto está claro: recuperar la fabricación 100% artesanal e incorporar nuevos diseños.
- C/ de la Victòria, 2. Desde 1879
12. La Industrial

Desde que el abuelo de Concepció y Neus Aguiló compró esta juguetería, en su escaparate se han vendido desde abanicos hasta coronas mortuorias. Después, volvió a sus orígenes y se especializó en juguetes tradicionales, un universo de Mariquitas Pérez y muñecos de lata bajo que viven bajo su neón.
- Pas d’en Quint, 8. Desde 1898
13. La Pajarita

El rincón delicatessen de Palma es La Pajarita, el colmado que, en la Guerra Civil, llenaba de agua las botellas de champán del escaparate para disimular las penurias. Tras separar charcutería y bombonería, la sexta generación sigue al frente de esta fachada, que esconde joyas como huevo hilado y panellets.
- C/ de Sant Nicolau, 2 y 4. Desde 1871
La imagen que abre el texto es Escaparate de Forn Fondo | EVG