Por si a París le faltaba algún motivo para venir a visitarla, del 5 de julio al 31 de agosto la capital francesa añade una refrescante invitación: la de poder bañarte en el río Sena. La reapertura, que se realiza después de 102 años cerrado al público, ha costado 1.400 millones de euros, un lavado de cara a fondo que intenta eliminar la fama de suciedad y los vertidos que han llenado el cauce estos años.


Los tres emplazamientos donde puedes nadar son Bercy, en el distrito 12 y con vistas a la Biblioteca François Mitterand; es la más grande, con capacidad para 700 personas, 300 de ellas en la zona de baño. Además, Bras Marie –distrito 4, en pleno centro histórico– y Bras de Grenelle, situado en el 15, frente a la Estatua de la Libertad de Paris y muy recomendable para familias.


Todos son gratuitos y cuentan con solarium, vestuario –excepto Bras Marie– y taquillas. Es obligatorio llevar una boya –se presta en la entrada– y hay que saber nadar, ya que la corriente puede llegar a ser fuerte. El baño se realiza a diario –los horarios oscilan entre las 8 h y las 21 h–, en un área con vigilantes y libre de barcos, en la que solo tienes que dedicarte a ver París desde una nueva perspectiva.
La imagen que abre el texto es Bras de Grenelle | Joséphine Brueder/ Ville de Paris. paris.fr

