A principios de los noventa, Francia, Alemania, Grecia y España acordaron la necesidad de preservar los diferentes territorios geológicos mundiales. Así nacieron los geoparques, unos espacios en los que, según la Unesco, deben confluir tres requisitos: la riqueza geológica, la conservación sostenible y el desarrollo local. Repartidos en 48 países, las acciones de los geoparques son minuciosamente analizadas por un equipo de expertos, que deben revalidar su certificado cada tres años.
Este año, la Unesco ha nombrado 18 nuevos geoparques –nuestro país ha conseguido el de Volcanes de Calatrava, en Castilla-La Mancha–, elevando a 213 el número de sitios de la Red Mundial. De ellos, 11 están en Europa, pero la gran noticia han sido los 6 nuevos enclaves certificados en China que, con 43, se convierte en el país del mundo con más geoparques –el segundo es España, con 17–, una riqueza natural que merece la pena conocer.
1. Gran Cañón de Ensi – Cueva de Tenglongdong


Al este de China, en la provincia de Hubei, los movimientos tectónicos han dibujado nuevas mesetas que se alternan con un sistema de cuevas de varios niveles, en Tenglongdong, y el impresionante cañón de Enshi. Son más de 450 km2 repletos de biodiversidad, paisajes kársticos que albergan más de 4.000 especies de plantas y animales y que, además, son el hogar de las minorías étnicas tujia, miao y dong.
2. Linxia


Cuesta competir en un país tan extenso y con tanta maravilla natural como China, pero el Geoparque de Linxia lo tiene todo para triunfar. Aquí se concentran unas de las huellas fósiles mejor conservadas –24 pares de huellas consecutivas de pterosaurio–, las esculturas talladas del Templo de la Cueva de Bingling, y el encuentro de las aguas de los ríos Amarillo –un punto básico en la Ruta de la Seda– y Tao.
3. Longyan


En Fujian, cerca de la costa este, el Geoparque de Longyan no solo es el hogar de especies endémicas –como el tigre del sur de China o el tejo chino– o la cuna de la cultura hakka. Con más de 300 millones de años, estos paisajes albergan uno de los bosques más densos del país y un patrimonio geológico que incluye las capas rojas sedimentarias de Guanzhaishan y el depósito de cobre y oro de Zijinshan.
4. Monte Changbaishan


¿Quieres asistir a una clase de vulcanología en directo? La oferta se encuentra cerca de la frontera con la vecina Corea del Norte, en Jilin, con la erupción del milenio, ocurrida hace unos 1.000 años. Además, el propio Monte Changbaishan –del que se puede leer su formación paso a paso– y su cima, con el lago Tianchi, el lago de cráter más alto y grande del noreste asiático y uno de los mejor conservados.
5. Wugongshan


En la China Meridional, al oeste de Jiangxi, tres ciudades –Pingxiang, Yichun y Ji’an– comparten unos paisajes de cuento repletos de granito del Jurásico, prados alpinos y fuentes termales. Para preservar esta joya natural, las autoridades locales promueven un turismo sostenible que fortalece la cohesión con las comunidades, con actividades como excursiones agrícolas y recolección en campos de té.
6. Xingyi


Contemplar las más de 100 cascadas que aparecen en la temporada de lluvias es uno de los atractivos del Geoparque de Xingyi. Pero este tesoro geológico de la provincia de Guizhou alberga también una oferta única, que incluye más de 20.000 picos kársticos, fósiles de reptiles y peces marinos que muestran la transición a la costa, y el honor de haber aparecido en un sello de correos en 2013.
La imagen que abre el texto es Pilares de piedra kárstica de Yizhuxiang en el Geoparque del Gran Cañón de Enshi-Cueva de Tenglongdong, China | © Enshi Grand Canyon-Tenglongdong Cave UNESCO Global Geopark