Si hay una expresión ligada al ADN de Bruselas es el art nouveau, un movimiento que hizo bailar a los edificios de la ciudad con líneas ondulantes y revolucionó la arquitectura. Esta explosiva y cortísima corriente arquitectónica puso patas arriba todo lo conocido hasta la fecha y, en unos años, pasó de la estética artesanal a la industrial. Este año, la capital belga se convierte también en Capital Mundial del Art Nouveau 2023, un año repleto de iniciativas, como BANAD –un festival con visitas guiadas a edificios que normalmente no están abiertos–, y el Art Nouveau Pass, en el que puedes ver los tres sitios art nouveau que tú elijas durante seis meses. Para facilitarte la tarea te invitamos a un paseo modernista por nuestros 10 edificios imprescindibles del art nouveau en Bruselas.
1. Maison Autrique

La Maison Autrique fue el primer edificio llamativo diseñado por Victor Horta y la primera vivienda personal firmada por él, un encargo de su amigo Eugène Autrique. Es también el lugar en el que el arquitecto empezó a jugar con colores y formas y a combinarlos con reglas poco convencionales para su época. Construido en 1893, está abierto al público desde hace un par de años, tras una profunda rehabilitación.
2. Museo de Instrumentos Musicales

¿Sabías que fue en Bruselas donde Adolph Sax inventó un instrumento con el que añadía al clarinete un sonido de cuerda: el saxofón? Es una de las curiosidades que descubrirás en el Museo de Instrumentos Musicales, un edificio art nouveau ubicado en los antiguos almacenes Old England. No podrás saborear su brunch dominical con vistas –el restaurante está cerrado por reforma–, pero entra en su sala de conciertos y su colección, con 9.000 piezas, aunque solo 1.200 están expuestas.
3. Casa Cauchie

Además de ser una de las obras más bellas del art nouveau de Bruselas, la Casa Cauchie, es un elemento provocador, una forma de dejar patente la importancia del gusto en una sociedad en la que reina el conformismo. Construida en 1905, fue un diseño del propio Paul Cachie como vivienda personal y, sus impresionantes esgrafiados de la fachada, una forma de publicitar su trabajo y el de su mujer, Caroline Voet, también arquitecta.
4. Villa Empain

Al final de Bois de la Cambre, uno de los pulmones verdes de la ciudad, encontrarás otra sorpresa cien por cien artística. Se llama Villa Empain y es una preciosa construcción art déco dedicada a la conexión cultural entre Oriente y Occidente y especializada en autores emergentes. La Fundación Boghossian fue la encargada de rescatar del olvido este edificio, que fue diseñado por Michel Polak y, durante la II Guerra Mundial, requisado por los nazis y convertido más tarde en sede de la embajada de la Unión Soviética.
5. Hôtel Max Allet

En 1904 Horta firma esta casa –un encargo del abogado Max Allet para recibir a sus amigos y clientes– y la convierte en el hedonismo hecho vivienda. Aunque el Hôtel Max Allet es una sinfonía de colores, formas y luces –el lucernario de la escalera es espectacular– creadas casi exclusivamente para alegrar el espíritu y ser disfrutadas en todos los sentidos, es también un punto de inflexión más sosegado en la carrera del arquitecto.
6. Casa Solvay


Los elementos favoritos de Horta, vidrio, hierro y piedra natural, se alían en este magnífico edificio de cuatro plantas situado en la prestigiosa Avenue Louise. Por fuera, Casa Solvay puede parecerte poco prometedor pero, esta austeridad del exterior se convierte dentro en un festival del diseño. Las vidrieras, escaleras, mamparas… todo rezuma creatividad en esta construida para Armand Solvay, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
7. Hôtel Tassel

En 1893, un profesor de la ULB, Emile Tassel, encargó a Horta una vivienda que le permitiera recibir a sus amigos y seguir con sus investigaciones científicas. El arquitecto levantó el Hôtel Tassel, una construcción en la que prima la estructura metálica y la decoración integrada en la estructura, una clase magistral de arquitectura en la que Horta sitúa la puerta de entrada en medio de la fachada, considerada la obra fundacional del art nouveau en Bruselas.
8. Maison Hankar

Multitud de materiales y colores se alían en la Maison Hankar para alegrar su fachada. Construida en 1830 por el propio Paul Hankar, la vivienda es un delicado catálogo modernista en el que no faltan los esgrafiados, las barandillas de hierro forjado, los miradores, la asimetría y las piedras decorativas en diferentes colores. Dentro, una claraboya llena de luz natural el interior, aunque con un estilo menos arriesgado que el de Horta.
9. Museo Horta

Sólo el Museo Horta merece una visita a Châtelain, el barrio bohemio del sur, repleto de galerías y centros de arte. El arquitecto diseñó su propia residencia y taller a base de sus materiales fetiche: hierro forjado, vidrio, mosaicos, espejos, azulejos y maderas pulidas, todo un catálogo modernista en el que triunfan las líneas curvas y las formas orgánicas inspiradas en la Naturaleza y donde, además de cuidar (y diseñar) hasta el más mínimo detalle, revoluciona la distribución tradicional de las viviendas en Bruselas.
10. Hôtel Hannon


En 1902, el ingeniero Edouard Hannon le pidió a su amigo, el arquitecto Jules Brunfant que construyera esta mansión. Brunfant no solo lo hizo, sino que la convirtió en una joya mundial del art nouveau. Los amplios ventanales con vitrales emplomados, la importancia de la curva en la ebanistería y las pinturas y alegorías interiores son magistrales. Poco habituado al uso del modernismo, Brunfant siguió la estela de Victor Horta y convirtió la escalera interior en protagonista de la casa y, su diseño de forja en uno de los más bellos de Bruselas.