Desde Colón, su primer turista, mucho ha cambiado la costa y la montaña de esta isla atlántica pero, sobre todo, la ciudad y, en concreto, su capital. Entre cruceristas y amantes de la playa –las 400 hectáreas de arena y sol de las dunas de Maspalomas son únicas en el mundo– Las Palmas de Gran Canaria despliegan un encanto especial y reposado, repleto de patrimonio e historia, y rebosante de vanguardia. Así que agarren una guagua, vívanla a ritmo lento y ‘pásenlo de flores’. Te descubrimos 8 visitas básicas en Las Palmas, una escapada atlántica y con mucho arte.
1. La Catedral, los naranjos y muchos perros


Desde el aeropuerto, el bus Aeropuerto LP Expres tarda unos 30 minutos en llevarte a la Catedral, primera parada de nuestra ruta. Eso sí: ¡no olvides retrasar el reloj 1 hora! Estamos en la Vegueta, el barrio que se extiende en una hondonada (pequeña vega) donde comenzó la historia de la ciudad, allá por el siglo XV. Además de la seo, la Plaza de Santa Ana es nuestro primer selfie, junto a las esculturas de perros –la abundancia de canes dio nombre al archipiélago canario–. Entramos también en el Palacio Episcopal y en el Patio de los Naranjos de la Catedral. Se trata de un espacio ajardinado y relajante, que podría ser un patio andaluz si no fuera por los típicos balcones de madera, fabricados (por supuesto) con pino canario.
2. De la Casa de Colón a la CAAM


Los grupos de turistas te llevarán a la Casa de Colón y sus espléndidas entradas, con su típica piedra volcánica verde y marrón, donde se realizan numerosas actividades en torno a este aventurero. Muy cerca, en la calle Balcones –la única de esta zona de la ciudad que llega al mar– encontrarás el Centro Atlántico de Arte Moderno, CAAM, un espacio muy activo dedicado al arte y la cultura contemporáneas, que se ha convertido en un referente de las vanguardias de las islas.
3. El planeta Galdós y el mercado


Tras pasear por las diferentes sensaciones que proporciona el mercado de la Vegueta, nos topamos de frente con el Teatro Pérez Galdós, el espacio cultural de estética art nouveau que, junto a la Casa Museo, rinde homenaje a este extraordinario novelista y político nacido en la ciudad. Si buscas un poco de relax, estás en el sitio adecuado: la alameda de Colón es un reducto de aire fresco que concentra, alrededor de sus jardines, el Gabinete Literario y la Parroquia San Francisco de Asís, una de las favoritas de los canariones.
4. Triana, las compras y el art nouveau


Al otro lado del Barranco Guiniguada surgió el barrio de Triana, el entramado comercial y marinero por excelencia, capitaneado por la calle Mayor de Triana. En la actualidad, Triana es un barrio con espacios peatonales y donde los comercios se alternan con una hilera de sorprendentes edificios modernistas, una estética muy bien cuidada que te encontrarás en muchos puntos del casco histórico.
5. Un cafetito con arte en San Telmo y otro en Santa Catalina


En la sobremesa buscamos otro escenario de lujo y nos vamos al Parque de San Telmo para saborear un café en su kiosco modernista, todo un clásico. Si te gustan los carnavales y quieres ver otro de los parques fetiche de la ciudad, acércate al Parque Santa Catalina, uno de los escenarios clásicos de este evento. En los últimos años, también se ha convertido en la primera postal que ven los cruceristas cuando desembarcan en el Puerto de la Luz. Te encantarán sus amplios espacios verdes y sus dos edificios: Elder, que alberga el Museo de la Ciencia, y Miller, con oferta multifuncional.
6. Bienvenidos a Ciudad Jardín


Hacia el norte encontramos Ciudad Jardín, un barrio residencial creado a principios del pasado siglo con unas cuantas sorpresas. La primera es Atis Tirma, a la entrada del Parque Doramas: una escultura dedicada a Bentejuí, un aborigen que prefirió despeñarse antes que caer en manos de los conquistadores. Además, el Museo Néstor –en estos días, cerrado por reformas–, dedicado al pintor modernista Néstor Martín Fernández de la Torre, dentro del Pueblo Canario, una joya de la arquitectura popular canaria.
7. Martín Chirino, la vanguardia dentro de un castillo


La silueta del Castillo de la Luz sobre el Atlántico te recordará los numerosos ataques piratas que tuvo que soportar la ciudad, algunos protagonizados por el mismísimo Drake. En la actualidad, esta construcción es sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, donde puedes ver la característica forma de interpretar la espiral de este artista canario. Chirino fue el creador canario más cosmopolita del siglo XX, todo un intelectual del arte, ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas.
8. Las Canteras y un Auditorio de fin de fiesta


Estás en una de las mejores playas urbanas del mundo, así que aprovecha para disfrutar los 3 km de arena dorada de Las Canteras, curiosea en sus bares y empápate de nombres como cherne, vieja, corvina, bocinegro… algunos de los pesos pesados de la oferta gastro grancanaria. Al final de la playa, el Auditorio Teatro Alfredo Kraus es uno de los centros culturales más top de las islas. La programación de julio termina con una obra de lujo: The Infernal Comedy – Confessions of a serial killer, una producción musical protagonizada por John Malkovich, en la que el actor estadounidense, acompañado por la música de Vivaldi, Haydn y Mozart, entre otros, da vida a un asesino en serie. El 30 de julio, desde 55 €.


Y te encantaría, porque es una ciudad sorprendente «a pesar» de sus playas…
ay, me encantó!
me iría mañana mismo 😉