Nació en mal momento, cuando empezaba a gestarse la Gran Depresión de los años veinte del pasado siglo, pero quizá fue ese el motivo por el que todos se volcaron con este estilo más decorativo que arquitectónico, opulento y alegre, lleno de luces de neón, colores brillantes y pastel, patrones geométricos y un planteamiento revolucionario de unir curvas y rectas. Era el Art Déco, una apuesta que, además de levantar el ánimo tras la I Guerra Mundial, simbolizaba un progreso que parecía resistirse.
El Art Déco surgió en París –en la Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas de 1925–, pero caló rápidamente en cada rincón del planeta, desde Bruselas y Valencia hasta Uruguay y México, pasando por Senegal, India o Australia, que lo adaptaron a sus particularidades. Hoy, 100 años después, repasamos los edificios más singulares.
1. Edificio Kavanagh, en Buenos Aires

En el año de su construcción, 1934, el Edificio Kavanagh no fue solo el más alto de Sudamérica, sino del mundo. Mitad modernista, mitad art déco, sus 110 metros y 31 pisos le convirtieron también en el símbolo de poder, la firma arquitectónica de los nuevos ricos argentinos y de Corina Kavanagh, su mecenas, una heredera que, según la leyenda, mandó construir el edificio por un despecho amoroso.
2. Edificio Chrysler, en Nueva York

Nueva York, rascacielos y art déco son tres términos que, a principios del pasado siglo, jugaban en la misma liga. El estilo arquitectónico simbolizaba el mismo progreso y modernidad que los nuevos rascacielos de la ciudad. El Edificio Chrysler, con sus 77 plantas y 319 metros fue el más alto del mundo durante 11 meses y sus gárgolas, que emulan los ornamentos del Plymouth, son ya historia.
3. Edificio Napier, en Napier (Nueva Zelanda)

Lo que empezó siendo una tragedia –un devastador terremoto que asoló la ciudad en 1931–, se convirtió en un imán turístico que ha convertido a Napier en una de las grandes capitales del art déco del mundo. La ciudad se reconstruyó en el estilo que imperaba en ese momento y la onda vintage caló tanto en la población que lanzó el Napier Art Déco, un festival lleno de glamour, plumas, swing y mucho art déco.
4. Teatro Paramount, en Shanghái

La élite adinerada de Shanghái convirtió el Paramount en el lugar más deseado de la noche. Más tarde, este espectacular salón de baile construido en 1933, fue perdiendo fuelle pero sobrevivió, hasta la Revolución Comunista China. Después, reabrió convertido en cine y, más tarde, en discoteca, su uso actual, aunque uno de sus pisos mantiene su salón de baile y el halo vintage que arropa todo el edificio.
5. Alex Theatre, en Los Ángeles

Perteneciente al prestigioso club de Lugares Históricos desde 1996, el Alex Theatre es el motor del revitalizado Brand Boulevard de Glendale, en Los Ángeles. En sus casi 100 años de vida –nació el 4 de septiembre de 1925 como Teatro Alexander– ha sido casa de vodevil y palacio de cine, y su icónica marquesina y los 30 metros de su torre neón han visto pasar a estrellas como Chaplin o Bing Crosby.
6. Manchester Unity Building, en Melbourne

Más de 900 ventanas, 2.500 lámparas, muros revestidos con 400 toneladas de baldosa de terracota vidriada color nácar, 890 toneladas de vigas de acero numeradas en orden… Las cifras y la precisión del Manchester Unity Building impactan desde su construcción, en 1931, una joya art déco y gótico moderna muy adelantada a su tiempo, que albergó las primeras escaleras mecánicas de la ciudad.
7. Jardín Majorelle, en Marrakech

Con 101 años a sus espaldas –celebró su centenario el pasado año–, el Jardín Majorelle es una de las numerosas muestras de art déco del continente africano. Este jardín botánico enamoró primero al pintor Jacques Majorelle –que se hizo construir un palacio inspirado en Le Corbusier–y, más tarde, a Yves Saint-Laurent y su pareja, que restauraron el espacio y relanzaron el famoso color azul Majorelle.
8. Bacardi Building, en La Habana

En pleno centro histórico de La Habana, en lo que fue el antiguo barrio de Las Murallas, las 12 plantas del Edificio Bacardí se yerguen como un elegante faro art déco desde 1930. La fachada de granito rojo de Baviera, terracota y ladrillos prensados, con una torreta coronada con el murciélago de la compañía ronera, esconde un bellísimo interior con losetas doradas, que reproducen el color del ron de la marca.
9. The Civic Theatre, en Auckland

El teatro lírico más importante de Nueva Zelanda es también uno de los pocos cines atmosféricos –con un techo de lona flotante que simula el cielo y las estrellas– del hemisferio sur y una joya histórica por la que pasaron figuras como Bob Hope o Montgomery y los soldados norteamericanos en la II Guerra Mundial. Además, The Civic es un espacio protegido, con musicales y cine bajo sus líneas art déco.
10. Art Déco Historic District, en Miami Beach

Uno de los lugares más turísticos de Miami, Ocena Drive, es también el epicentro del Art Déco Historic District, 800 edificios construidos entre 1920 y 1930, con los colores tropicales y las líneas rectas y curvas típicas de este estilo, que han puesto la avenida en el mapa arquitectónico del país. Una oportunidad para ver este Lugar Histórico y sus variantes, Mediterranean Revival y Miami Modern.
11. Edificio Gildemeister, en Lima

En el cruce del Jirón Azángaro y el Jirón Junín, el edificio Gildemeister fue, durante años, el gran protagonista del centro histórico de Lima. Construido en 1928 con diseño del alemán Werner Benno Lange, sus cinco pisos le convirtieron también en una de las construcciones más altas de la ciudad pero no en la más querida: sus paredes de mármol italiano y su estilo no fueron entendidos por la población.
12. Edificio Soona Mahal, Bombay

¿Sabías que, después de Miami, la mayor concentración de edificios art déco se encuentra en Bombay? Muchos de ellos se levantan en Marine Drive –una animada avenida costera cuyas luces nocturnas le dan el sobrenombre de Necklace of Mumbai–, incluida en la lista Patrimonio Mundial de la Unesco por joyas como el Edificio Soona Mahal, con sus balcones curvos y su torre cilíndrica en la parte superior.
La imagen que abre el texto es Napier Art Déco Festival 2019 | Napier

