Los surtidores son los rincones más refrescantes en verano y uno de los spots más fotografiados en vacaciones. Los hay para todos los gustos: multicolor, altísimos, interactivos y llenos de misterio, innovación e historia. En el mundo de la arquitectura acuática, estos son nuestros 7 favoritos.
1. Los juegos acuáticos de Las Vegas

Más de 1.200 chorros de agua, millones de visitantes, 4.500 luces… En la capital del exceso y la diversión no sorprenden estas cifras, aunque sí que el espectáculo sea gratis. Las fuentes del Hotel Bellagio funcionan de 15 a 20h de lunes a viernes, y desde las 12 h los fines de semana, con una coreografía de luz y agua que baila al son de más de 30 canciones. Fueron las más grandes del mundo hasta 2009 –cuando la Fuente de Dubái la superó– pero lo que no ha cambiado es su poder de seducción, gracias al cine y a ser un escenario perfecto para una boda. Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, y en la memoria.
2. En Dubái, sube la marea como un buen nadador

En The Dubai Mall, uno de los muchos centros comerciales con los que cuenta Dubái, el gran país de los excesos, en Emiratos Árabes Unidos, The Waterfall es un auténtico remanso de frescor en medio del desierto. Dubái carece de cascadas naturales pero ésta, diseñada por DPA Architects, consta de dos paredes cilíndricas, atraviesa cuatro niveles y cae a 24 m de altura como una gigantesca cortina de agua por la que se lanzan esculturas de buzos realizadas en fibra de vidrio.
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3. Todos los colores del agua en Seúl

Si hablamos de escala, la Fuente Arcoíris no tiene comparación. Situada en el Puente Banpo –una importante construcción que cruza el río Han en el centro de Seúl, en Corea del Sur–, posee el récord Guinness como “la fuente de puente más larga del mundo”. Desde 2009, este espacio ha deslumbrado a los espectadores con sus espectáculos luminosos, que son posibles gracias a una serie de casi 10.000 boquillas LED que lanzan 190 toneladas de agua por minuto.
4. Jeddah y la fuente que roza el cielo

En la ciudad de Jeddah, en Arabia Saudita, la Fuente del Rey Fahd es la más alta del mundo: el chorro de agua alcanza los 312 m, superando en altura a la mismísima Torre Eiffel. Además, cada bomba expulsa 625 l de agua salada por segundo –la fuente utiliza agua del Mar Rojo en vez de agua dulce– a la increíble velocidad de 375 km/h. Su base tiene forma de mabkhara –quemador de incienso que simboliza la cultura árabe– y su potente columna acuática se ve desde todas partes, incluso de noche, gracias a los más de 500 focos que la iluminan.
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5. Chicago, un oasis urbano de vanguardia



Lo más refrescante de Millenium Park –el parque de Chicago situado en las antiguas cocheras– es, sin duda la Crown Fountain, una fuente interactiva diseñada por el español Jaume Plensa. Está formada por dos estructuras de 15 m de alto cubiertas de ladrillos de vidrio sobre las que se proyectan rostros de habitantes de Chicago. De mayo a octubre, cada imagen –hay más de 1.000– aparece unos 12 segundos en los que la sonrisa se transforma en una gárgola de la que fluye agua. Después, desaparece y el agua cae por los laterales hasta que surge el siguiente rostro.
6. El impacto de una cara con muchas facetas en Charlotte

Interactiva, gigantesca, diferente… Metalmorphosis, la fuente que, desde 2007 preside el Parque Tecnológico WhiteHall de Charlotte, en Carolina del Norte (EE UU), no deja indiferente a nadie. El checo David Cerny diseñó esta gigantesca mole –mide 9 m y pesa 14 toneladas– de acero inoxidable apilando un conjunto de bloques horizontales que forman un rostro humano de cuya boca mana una fuente de agua. ¿Su propuesta de valor? Es interactiva y los bloques se pueden rotar hasta desdibujar la cara o cambiarla de orientación.
7. Singapur, la riqueza y la grandiosidad

Junto a uno de los centros comerciales más grandes de Singapur, Suntec City, encontrarás la Fuente de la Riqueza que, con una superficie de 1.638 m2 y 13 m de altura, es la más grande del mundo, según el Libro Guinness de los Récords. Durante ciertos periodos del día, la fuente se apaga y se invita a los visitantes a pasear por la mini fuente situada en el centro de la misma para recoger las monedas que, según parece, traerán buena suerte. Por la noche, los juegos con láser incluyen mensajes personalizados que se escriben sobre la cascada de agua.