Palacio Real de Olite El viajero global

Olite y el vino, una pareja con mucha pasión

Un castillo de cuento, una villa medieval y muchos rincones por descubrir. A apenas 4 horas de Madrid –y 40 minutos de Pamplona– esta localidad navarra tiene el tamaño perfecto para recorrerla en un fin de semana y los secretos necesarios para sorprendernos a cada paso. Su idilio con el vino, desde sus viñedos hasta sus caldos D.O. Navarra, completan esta lujosa oferta. Te invitamos a un recorrido por los 7 puntos imprescindibles de Olite, incluida una de sus bodegas más icónicas.

1. El palacio que parece un castillo

Torre de las Tres Coronas, con el pozo de hielo | EVG
Palacio Real de Olite
Torre de la Joyosa Guarda y Torre de la Atalaya | EVG
Olite panorámica desde el Palacio
Palacio Real con los viñedos | EVG

Cuando Carlos III el Noble mandó construir este palacio, a comienzos del siglo XV, no podía imaginar que se iba a convertir en una de las joyas medievales de toda Europa. El monarca recorrió Francia en busca de ideas para hacer del Palacio Real un lugar espléndido y lo convirtió en el sitio de su recreo: con cisnes, papagayos y hasta una jirafa y un camello; con un sistema de regadío para el jardín colgante y los limoneros y granados del patio, árboles exóticos por aquél entonces; y con una bodega que llegó a albergar 800 litros de vino. Extravagante y lujosa, puedes recorrer esta obra gótica por tu cuenta o en visita guiada y asistir a diferentes representaciones artísticas. En cualquier caso, no te pierdas las cámaras reales –como la Galería del Rey, la imagen que abre el texto– y las torres –la de las Tres Coronas, del Aljibe, de la Vit, de la Atalaya…– además de los jardines y el pozo de hielo: un receptáculo en forma de huevo donde se almacenaban alimentos conservados entre capas de hielo.

2. Esta iglesia está a por uvas

Rosetón de la iglesia de Santa María la Real | EVG
Detalle de uvas y hojas de parra | EVG
Iglesia de Santa María la Real | EVG

En la plaza de los Teobaldos, pegada al Palacio Viejo –que acoge el Parador de Turismo Príncipe de Viana– y al antiguo barrio judío, la iglesia de Santa María la Real es la obra más importante del gótico navarro. Blanca de Navarra –hija de Carlos III el Noble y de Leonor de Trastámara– puso todo su empeño en esta iglesia, que estaba policromada y cuenta con una imagen de los Reyes Magos con una flor de lis dorada sobre el manto azul, aparte de escenas cotidianas, seres fantásticos, personajes bíblicos… Además, no te pierdas su rosetón, en el segundo arco ojival, y el decidido homenaje al mundo del vino de su portada, con hojas de parra y uvas talladas en la piedra.

3. Un museo dedicado al vino

Enozentrum | EVG

El mundo del vino y Olite son pareja desde hace más de 2.000 años y, para contar esta apasionada historia de amor, nada como visitar Enozentrum, un centro temático sobre el tema enclavado en el antiguo Palacio del Santo Ángel, del siglo XVII, en la plaza de los Teobaldos. Inaugurado hace poco más de un mes –el pasado 3 de octubre–, este espacio convierte el antiguo Museo del Vino en el Centro de la Cultura Vitivinícola de Navarra. Dividido en 4 temáticas –el viñedo y el vino en Navarra, la historia del cultivo en esta región, la viticultura y la enología, una por planta– el espacio recorre la historia del vino en la región y sus momentos clave, como que aquí se fundó una de las primeras cooperativas del país –la Bodega Cooperativa Olitense– o el origen de la D.O. Navarra, en 1993, una de las que cuenta con mayor diversidad de paisajes y climas y cuya sede está en Olite.

4. Una torre, una plaza y muchos bares

Torre del Chapitel, en la plaza Carlos III el Noble | EVG
Ayuntamiento de Olite | EVG
Torre del Chapitel, con la Puerta del Sur | EVG

Aunque reinaugurada el pasado agosto, la Torre del Chapitel cuenta con muchos siglos e historias a sus espaldas. Como la del Portal del Chapitel (o Puerta del Sur) que, junto al de Tafalla, eran las dos puertas de entrada a la ciudad. O la de la Torre del Reloj, en la que el rey, para mantener al relojero –vivía en la torre porque había que dar cuerda al reloj cada 3 horas–, le obligó a responder con sus bienes en caso de que dejara su puesto. Es también la Torre del Concejo y, si en el siglo XV era el lugar donde la avena, pan, sal, legumbres, etc. que entraban en la villa se vendían con las medidas del rey y uno de los primeros relojes públicos de la península, ahora es el centro de la plaza Carlos III el Noble, un punto que, junto a la calle Rúa de San Francisco, concentra gran parte de la oferta de bares donde saborear un vino D.O. Navarra.

5. Un pasado con nombre romano

Murallas romanas | EVG
Fachada del Palacio Viejo | EVG

¿Hay vida después del imprescindible Palacio Real de Olite? Hay vida después y antes, especialmente, en la época romana, de la que se conservan unos cuantos restos que te recomendamos visitar. De la muralla original –con unos 600 m de perímetro y 20 torres cuadradas– se conservan 12, principalmente en la calle Rúa Romana. También encontrarás restos de lo que parece fue un asentamiento militar romano –vigilaba la calzada que conectaba las actuales Zaragoza y Pamplona– en la base del campanario de la iglesia de Santa María, en la del Chapitel y en el Palacio Viejo, entre otros puntos, además de en su trazado urbano. Y por cierto: restos de bodegas romanas.

6. San Pedro y la Virgen de la Uva

Iglesia de San Pedro | EVG
Tímpano y dintel góticos | EVG
Rosetón de la iglesia de San Pedro | EVG

Los 54 m de la Torre de Aguja, en la iglesia de San Pedro, llaman la atención no solo por ser la construcción más alta de Olite, sino por su estructura octogonal y perfil curvo. Románica y gótica, la iglesia de San Pedro es la más antigua y más importante de la ciudad –de hecho, Santa María la Real estaba adscrita a ella– y cuenta con una rica decoración interior, sobre todo en el claustro –del siglo XIII–, con hojas de higuera y parra. Situada en la plaza del Fosal, las obras de rehabilitación del entorno te impedirán recorrerla por dentro, pero sí puedes admirar el rosetón gótico, la portada románica y las escenas de la vida de San Pedro –la entrega de llaves, el paseo sobre las aguas, el martirio…– de esta iglesia en la que, por cierto, se venera a la Virgen de la Uva.

7. Pagos de Araiz, para disfrutarla con los cinco sentidos

Bodega Pagos de Araiz | EVG
Copas de vino en el porche de la finca y viñedos | EVG
Galería de Apóstoles y Santos | EVG

A las afueras de Olite, Pagos de Araiz es un enclave de lujo desde el que conocer el tándem Olite & enología con los cinco sentidos, desde pasear por sus 240 hectáreas de viñedos, hasta sentir el aroma del sangrado de las uvas o el sabor de sus caldos, todos de la D.O. Navarra. Ubicada en un edificio de estilo château, la bodega produce 400.000 botellas al año de una cuidada selección de blancos, rosados y tintos con personalidades muy diferentes, que van de la elegancia de Pagos de Araiz Rosado 2021 –Mejor Vino Rosado 2021 de la D.O. Navarra en la añada 2020–, a la contundencia de Pagos de Araiz Crianza 2019, un tinto con mucho carácter. Las catas, de 1 h 30 min, incluyen degustación de tres vinos acompañados de quesos de la zona, visita guiada a la bodega y a su sorprendente colección de obras de arte y un recorrido por las viñas. Se realizan durante todo el año –de martes a sábado– y, para saborearlos con tranquilidad, puedes acercarte en taxi desde el casco histórico de Olite.

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