¿Qué te parecería esquiar en Marruecos? ¿Y ver paisajes nevados en plena Venezuela? Si te gusta disfrutar de la nieve y tus expectativas se reducen a visitar las estaciones de los Alpes suizos o viajar hasta las pistas de Aspen, en Colorado, te estás perdiendo un buen número de destinos de lo más sorprendentes. Fieles a nuestro objetivo de bucear en propuestas fuera de ruta, elaboramos una por los enclaves menos convencionales y desconocidos de los deportes de invierno. Acompáñanos en este recorrido por la cara B del esquí y sorpréndete con estos 5 destinos de nieve en lugares donde no imaginabas que había nieve.
1. Los Alpes Japoneses y otros paraísos nevados del país

No es casualidad que Japón haya celebrado en dos ocasiones los Juegos Olímpicos de invierno. El país adora la nieve y, durante los meses más fríos del año, cada rincón se convierte en una gran pista con multitud de estaciones pensadas para viajes en familia –como Shiga Kogen, Hakuba, Niseko…– y para snowboarders, mucho más numerosos que en Europa y Norteamérica. Los Alpes Japoneses –el techo de Japón, con picos que superan los 3.100 m– son uno de los atractivos y comparten protagonismo con las estaciones de Nagano, Yuzawa –con actividades de aventura, igloo…– y la isla de Hokkaido (la imagen que abre el texto es Hokkaido Nemuro Nature Center | ©JNTO), el lugar idóneo para disfrutar de la nieve y de los ciervos de Ezo, típicos de la zona.
2. La Sierra Nevada de Mérida y los glaciares venezolanos


Selva, playa, manglar, montaña, desierto… y nieve. En uno de los pocos países del mundo que concentra casi todo tipo de paisajes, no podía faltar el de las montañas nevadas. La nieve en Venezuela está en Sierra Nevada, una zona que reúne glaciares –las nieves eternas– y que forma parte de los Andes Venezolanos, en pleno estado de Mérida, un lugar muy diferente al resto del país con una amplia población universitaria. En este enclave encontrarás los picos más altos de Venezuela –Bolívar, el mayor, con 4.983 m; Humboldt (4.942 m), El Águila (4,118 m)…–, un teleférico (Mukumbarí) con cinco estaciones, nieve de junio a septiembre y una tienda con ropa de abrigo para los incautos que vienen de la playa pensando que «no será para tanto».
3. Oukaïmeden, junto al Atlas de Marruecos


Si te gusta deslizarte por la nieve aquí tienes un destino diferente con más de 40 km esquiables, 18 pistas –3 de ellas, negras–, 6 telesquís… y un emplazamiento sorprendente. Estamos en Oukaïmeden, en Marruecos, una de las escasas estaciones de África, cuya oferta se reduce a algunas en Argelia, Sani Pass y Tiffindell –cerrada temporalmente– en Sudáfrica y AfriSki en Lesotho. Las marroquíes, junto al Atlas, son las más altas –con 3.500 m– y plantan cara a los destinos clásicos del país, como las capitales imperiales –está a 70 km de Marrakech–. Además, se perfilan como el dominio con mejor infraestructura del continente, con alquiler de material y un servicio de remonte que a menudo se realiza con burro.
4. Alborz y las pistas de esquí de Irán, la cima de Oriente Medio


La altitud –cerca de 4.000 m– y el clima –con vientos helados que vienen directos de Siberia– hacen que la nieve en Irán sea estable y de una gran calidad. Cada año, las 20 pistas del país convocan a multitud de amantes de la nieve para disfrutar de una temporada que, a veces, se prolonga hasta los 8 meses. Dizin y Tochal son las estaciones más internacionales, dos epicentros de una oferta muy nueva y perfecta para los buscadores de destinos diferentes, con pendientes pronunciadas y nieve en profundidad, pero en la que hay que extremar las precauciones: la escasez de equipos de rescate e infraestructuras hace que la nieve acumulada en las laderas haya provocado aludes en más de una ocasión.
5. Beijing, la nieve de la ciudad santa de China


En los Juegos de Invierno del 2022 la mayor parte de la nieve de Beijing fue artificial. Pero en la capital de China nieva, y mucho, y los chinos adoran la nieve: en la temporada 2021-2022 el número de esquiadores se incrementó un 70%. En Beijing no suelen caer grandes nevadas ni es la zona más famosa del país para practicar deportes de invierno –la palma se la lleva la capital de la nieve, Uygur de Xinjiang, en el noroeste, que cuenta con 84 estaciones–, pero ver sus grandes iconos turísticos, como la Ciudad Prohibida o la Gran Muralla, convertidos en una improvisada pista de patinaje y esquí, es algo único.