Aunque firmes defensores de la cara B de los viajes, todos los destinos nos gustan, todos son únicos y todos merecen (al menos) una visita. Dicho esto, si tu presupuesto es muy ajustado, quizá Ginebra, la ciudad más cara de Europa en 2023, no sea tu mejor opción. Y, si pretendes fundirte con la vida local, puede que París, la capital más masificada del continente –el pasado año la visitaron 19,4 millones de turistas– te acabe decepcionando.
Hay ciudades que destacan por ser machistas, aburridas, homófobas y hasta peligrosas; todas gozan de un gran potencial turístico y una extraordinaria oferta, pero pueden llegar a amargarte una escapada si están en las Antípodas de lo que esperas o demasiado alejadas de tu forma de ser. Recorremos el continente en busca de los peores destinos de Europa: 8 ciudades a las que quizá no quieras ir.
1. Charleroi, ¿es que aquí no pasa nada?
Te sonará del aeropuerto y puede que de la estación de tren. Y de nada más, porque, según sus propios habitantes, eso es todo lo que hay en Charleroi. Situada unos 50 km al sur de Bruselas, esta ciudad belga comenzó teniendo fama de fea –en 2008 De Volkskrant, un periódico de Países Bajos, la eligió como la ciudad más fea del mundo– para terminar capitaneando el aburrimiento más absoluto. En la actualidad, la despoblación revierte, las empresas regresan –Google está ya en camino– y esta ciudad de Valonia defiende una oferta que nos atrae, y mucho: el mejor Museo de Fotografía de Europa, mucha arquitectura modernista y un campanario Patrimonio de la Humanidad.
2. Ámsterdam, aquí moverse es un lujo
Según un informe de Greenpeace, Ámsterdam encabeza el ranking de ciudades europeas con el transporte público mas caro –3,20 € un billete sencillo– y menos accesible, seguida de Londres y Dublín. El estudio, que mide la sencillez en la venta de billetes, el precio en los de larga duración, los descuentos para grupos socialmente desfavorecidos y el IVA, se realizó en 30 capitales europeas, con Tallín, Luxemburgo y La Valeta como claras ganadoras, estas dos últimas, con transporte gratuito para residentes. Aunque el centro de Ámsterdam se puede recorrer a pie y moverse en bici o tranvía, Greenpeace aboga por los billetes climáticos y denuncia los transportes caros como el de esta ciudad.
3. Sofía, donde el machismo campa a sus anchas
Olvídate del cliché que asimila el temperamento latino con el machismo, porque el mayor número de señoros por metro cuadrado se atrinchera en los países centroeuropeos y Europa del Este, en concreto, en Bulgaria. Según el Eurobarómetro 2017 sobre igualdad de género, el 81% de los búlgaros –seguidos de húngaros y polacos– piensa que el papel de la mujer es cuidar la familia y la casa, el mismo porcentaje que defiende que la función del hombre es ganar dinero. Otro informe, el Índice de Igualdad de Género –que mide, entre otras cosas, el empoderamiento o la salud reproductiva y se ha publicado en estos días–, coloca a Grecia, Hungría y Rumanía en los últimos puestos del ranking.
4. Milán, con el aire más contaminado del continente
La capital de la moda, la Catedral gótica, la Galería Vittorio Emanuele II, el Castello Sforzesco, el Teatro de La Scala… y la contaminación. En Milán hay mucha: 19,7 µg/m3, cuando la OMS recomienda no superar los 5 microgramos por metro cúbico en especial de las partículas más pequeñas, muy nocivas para la salud. La gran metrópolis lombarda –que se suele disputar con Turín el primer puesto de ciudades contaminadas en Italia– quiere poner freno a la mala calidad del aire limitando la circulación de vehículos en el centro histórico. En esta semana, las autoridades han propuesto prohibir el tráfico privado y reducir el acceso desde Corso Venezia a residentes con garaje, taxis y transporte público.
5. Marsella, la amenaza de la inseguridad
Si tu prioridad es la seguridad, Europa es perfecta para una escapada, pero no al 100%. Quitando las precauciones básicas de todo viajero –evitar aglomeraciones, estar atento en aeropuertos y estaciones de tren y autobús…–, no todas las ciudades europeas son igual de peligrosas. La base de datos colaborativa Numbeo ha elaborado un Índice de criminalidad para averiguar en qué enclaves los viajeros se sienten más inseguros y, aunque el resultado es subjetivo, todos situan a Birmingham (Reino Unido) y Marsella (Francia) como las ciudades más peligrosas, ambas por delitos relacionados con tráfico de drogas y bandas callejeras y, en el caso de Marsella, también por la amenaza terrorista.
6. Ginebra, la más cara entre las caras
Si Suiza está invariablemente copando los primeros puestos de países caros –en el ranking de Numbeo sobre el costo de vida, de las 10 ciudades más caras de Europa, 8 son suizas–, Ginebra, junto a Zúrich, están en lo alto del podio. Según la empresa de movilidad global ECA International, esta ciudad es también la tercera más cara del mundo, por detrás de Hong Kong y Nueva York. La revalorización del franco suizo va en aumento y dispara el precio medio de los gastos habituales de los viajeros. Además de gastos como el hotel o el transporte –un billete, 3,17 €–, ten en cuenta que una comida para dos personas en un restaurante medio cuesta 116 €; una cerveza local, 8,50 € y un cappuccino, 5 €.
7. Minsk, no es ciudad para gays
Los países del Viejo Continente tienen políticas muy dispares respecto a los derechos de la comunidad LGTBI+. El ranking Rainbow Europe de este año sitúa a Malta (89,3 %) en el primer puesto –España está en el 4º– y a Rusia (8,5 %), a la cola, como uno de los peores países en este ámbito. Como la guerra contra Ucrania ya es suficiente motivo para no visitarlo, saltamos al siguiente país de la lista: Bielorrusia, con un 12,1% de respeto LGTBI+. Aquí, la homosexualidad se despenalizó en 1994, tras el colapso de la URSS, pero socialmente sigue siendo un tema tabú y los ataques a esta comunidad son frecuentes en Minsk, la capital; tampoco existe una legislación que prohiba la discriminación.
8. París, al abrigo de la multitud
Si te gusta guardar cola para hacerte la foto de tus redes e ir permanentemente acompañado de una masa humana que se desplaza, igual que tú, siguiendo una ruta turística, París es tu ciudad. Si no, la capital gala quizás te termine agobiando. La ciudad del amor, de la Torre Eiffel, del Sena y del Louvre es también la más masificada del continente, con 19,4 millones de visitantes en 2022, es decir: más de 9 turistas por habitante. La tasa turística que ha entrado en vigor este año –entre 0,20 € y 5 € por persona y noche– no ha disuadido a los visitantes, y los touroperadores proponen alternativas, planes B que nos encantan, como el Marché Belleville, la Place des Vosges, 59 Rue Rivoli y el Musée de l’Orangerie.
La imagen que abre el texto es Marsella | Florian Wehde. Unsplash