La mirada enigmática y los rasgos orientales y perfectos de esta escultura aparecieron por casualidad el 4 de agosto de 1897, en medio de unos trabajos de nivelado sobre la antigua muralla en una finca de La Alcudia, en Elche. El muchacho de 14 años que la descubrió se quedó tan atónito como el resto de expertos y arqueólogos, que la bautizaron como la Reina Mora y, por la forma en que se encontró –cubierta de arena y resguardada por losas de piedra–, determinaron que fue escondida deliberadamente por los propios íberos.


Aquí empezó el mito de esta obra de arte de la Protohistoria –la época que abarca desde la Edad de Hierro hasta el Primer Milenio a.C.– y su recorrido por el Louvre de París –donde recibió oficialmente el nombre de Dama de Elche–, Toulouse, el Museo del Prado de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional, donde permanece en la actualidad. Aquí comenzó también el carácter universal del gran icono de Elche, con esta obra ricamente ataviada, que estuvo policromada y que, el 4 de agosto, celebra 125 años de su descubrimiento.
MAN. Museo Arqueológico Nacional
Con motivo del 125 aniversario, el MAN organiza una visita especial a la Dama de Elche todos los domingos de agosto, a las 11:00 h. Gratuita, previa reserva.
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