Viena, Copenhague, Zúrich, Calgary y Vancouver. Si estos días estás disfrutando de alguno de estos destinos –o si te estás planteando dar un giro radical a tu vida–, toma nota, porque son las 5 ciudades más habitables del mundo, Es el resultado del Índice de habitabilidad global que, cada año, mide la Unidad de Inteligencia de The Economist según cinco parámetros muy concretos: estabilidad, atención médica, educación, cultura y medio ambiente e infraestructura.
Aunque en esta edición han parecido factores negativos –las consecuencias de la Covid-19 y la invasión de Ucrania–, hay pocas sorpresas y los países se repiten. El pastel se suele repartir entre Canadá, Australia –que este año baja puestos– y las grandes capitales europeas –Viena, Copenhague, Zúrich, Ginebra, Francfort…–, excepto algunas clásicas como París y Londres que, en esta edición, se quedan fuera por su alto nivel de vida.
1. Viena

La estabilidad, seguridad –Austria es uno de los países más seguros para mujeres que viajen solas– y una buena infraestructura –en especial, su envidiable red de transportes– hacen de Viena una ciudad con excelente calidad de vida. Si a esto le sumas otros factores como una perfecta atención médica y una variada oferta de cultura y entretenimiento, la capital austriaca se convierte en la ciudad más habitable del mundo. Es lo que los vieneses llaman Lebenkunst (el arte de vivir bin) y que ha hecho que, por tercera vez en los últimos cinco años, la ciudad encabece este ranking.
2. Copenhague

Este año tendrías que venir a Copenhague aunque solo fuera porque aquí está Geranium –el mejor restaurante del mundo 2022– y Noma, el ganador del pasado año. Pero, al margen de factores gastronómicos, la capital danesa derrocha motivos, como su casi nula siniestralidad, su defensa de la conciliación laboral y la igualdad de género y el orgullo de ser pionera en sostenibilidad, energías renovables y transporte verde, con más de la mitad de sus ciudadanos moviéndose en bici para ir al trabajo. Su apuesta por el diseño, la arquitectura y el medio ambiente completan este jugoso catálogo.
3. Zúrich

Amigable, multicultural, curiosa… La capital financiera suiza es una de las grandes sorpresas europeas y quizá no estaría en tu lista de favoritas pero, una vez aquí, amarla es fácil. Los cuatro idiomas oficiales del país le han habituado a desenvolverse en escenarios diferentes y su orografía –montañas, ríos, lago…–, lejos de aislarla, juega a su favor para sacarle todo el partido con terracitas bohemias, espacios de ultradiseño y playas urbanas. Su pasión por la técnica y la tecnología ha mejorado cada vez más la solidez de su red de transporte, lo que se traduce en calidad de vida: pasar de pleno centro de Zúrich a un bosque con ciervos en menos de una hora, lo es.
4. Calgary

Presume de contar con uno de los aires más limpios del mundo y de garantizar la libertad de expresión y la seguridad, en especial, la de las mujeres viajeras. Además, factores como la salud, la educación o el voluntariado destacan por encima de todo pero, si de algo está orgullosa Calgary –la ciudad más grande de Alberta, en Canadá– es de su facilidad para conectar con sus bosques e integrarlos en la ciudad. Aquí abundan los parques urbanos y disfrutar de sus propuestas es un respiro al ajetreo diario y a las distancias –a veces excesivas– de los desplazamientos.
5. Vancouver

Salud, cultura y medio ambiente y educación ganan por goleada en la autoproclamada ciudad más verde del mundo. Situada en la Columbia Británica, junto al Pacífico, Vancouver es cosmopolita y joven y goza de uno de los climas más templados del país, lo que trae consigo uno de sus activos más valorados: su potente vida nocturna. A la hora de moverse, priman los transportes verdes –muy útil el seabus (ferry) y las rutas exclusivas de bici–, la sostenibilidad y la pasión por una naturaleza que aquí sale a borbotones y se comparte con el skyline urbano: nada como sentarte en un parque para disfrutar la arquitectura del downtown o o ver las montañas (o la playa) desde el rooftop de moda.