Hasta ahora, hemos visto apadrinar chimpancés, pingüinos y hasta olivos, pero es la primera vez que escuchamos el llamamiento para apadrinar una fuente. Esta, en cuestión, se llama Fuente Agria, está en Puertollano (Ciudad Real) y es un icono de la ciudad. El nombre le viene por el sabor de sus aguas ricas en minerales –con un alto contenido en hierro, además de bicarbonatos y magnesio– y, su origen, se remonta a 1575, aunque la fuente como tal se proyectó en 1878 y, el templete, en 1905.
(La foto que abre el texto es la Fuente Agria | castillalamanchafilm.com)

La fuente forma parte de un conjunto de manantiales ferruginosos y con alto contenido en CO2 que pertenecen a la zona volcánica del Campo de Calatrava, surge a 20ºC y mantiene un caudal constante de 0,5l/s de un agua mineral carbonatada muy beneficiosa para la salud. Para preservarla de posibles excavaciones, la fuente cuenta con un perímetro de protección y ha sido nombrada Lugar de Interés Geológico (LIG) por parte del Instituto Geológico Minero de España, que la incluyó en su programa Apadrina una roca.

Pero, ¿cómo se apadrina una fuente? Apadrinarse es gratuito, se realiza online en la web del IGME y corrobora tu amor por el espacio en cuestión. El padrino o la madrina se compromete a visitar la fuente al menos una vez al año y a reportar los cambios que haya observado, tanto en el entorno como en sus cuatro años o en la calidad o cantidad del agua. A cambio, el IGME te envía un diploma que te acredita como padrino. La Fuente Agria cuenta ya con 166 padrinos –es el segundo LIG con más apoyo, por detrás de la Formación Arenas de Huelva– que, el pasado 9 de septiembre, se reunieron en una foto de familia.
