Más de 2.000 hectáreas de zonas verdes, una variadísima escena artística, una potente gastronomía y museos mundialmente premiados, toda una magistral oferta capitaneada por dos pesos pesados (y sus correspondientes leyendas): el Titanic y las Crónicas de Narnia. Es Belfast, la capital de Irlanda del Norte y principal acceso a la Ruta Costera de la Calzada, uno de los secretos más valiosos de la costa norirlandesa, una sorpresa cálida, bulliciosa y disfrutona que no deja indiferente. Exploramos esta apasionante ciudad en 9 paseos para descubrir toda la magia de Belfast.
1. Un castillo, Gulliver y la nariz de Napoleón
Para hacerte una idea de todo lo que vas a visitar (y para disfrutarlo en sí mismo), nuestra ruta comienza en Cave Hill Country Park, un gigantesco espacio repleto de senderos guiados y actividades al aire libre. Además del Castillo –una construcción del siglo XIX con cámaras funerarias y jardines–, lo más top de este bucólico paisaje es Napoleon’s Nose (la Nariz de Napoleón), un afloramiento de basalto situado a 368 m sobre el mar en lo que parece una cara. Otra versión es que la silueta, que recuerda un gigante dormido, inspiró al escritor dublinés Jonathan Swift para escribir Los viajes de Gulliver.
2. Fiesta y desfase en una cárcel muy peculiar
Quizá nunca lo hubieras pensado, pero uno de los lugares mejor valorados en portales como TriAdvisor y el mejor sitio para disfrutar conciertos, fiestas y hasta bodas es Crumlin Road Goal, la cárcel que cerró en 1996 y que ofrece muchas actividades. Aquí puedes combinar visitas netamente carcelarias –entrar en la cámara de ejecuciones, la sala de flagelación…– con experiencias paranormales –se dice que el espacio está encantado–, actuaciones culturales, carnavales drag queen y música en directo, como los homenajes a ABBA y, por supuesto, a Elvis Presley y su Jail House Rock.
3. El árbol de canela y el dinosaurio que todavía está ahí
Los únicos huesos de dinosaurio encontrados en toda la isla de Irlanda son uno de los orgullos del Museo del Úlster, un espacio recién remodelado, con vocación etnográfica, que también muestra la momia egipcia Takabuti, así como numerosas piezas de cerámica, mobiliario y joyería. Completa la visita con un buen paseo por el cercano Jardín Botánico, un enclave del siglo XIX capitaneado por el exótico invernadero de aire victoriano, que también cuenta con árboles de canela, orquídeas, plataneras, begonias… y praderas de césped con juegos.
4. La gran fiesta gastronómica de St. George Market
Velas aromáticas, joyas, artesanía local, ropa… y, por supuesto, toda la gastronomía local que te puedas imaginar se concentran en St. George’s Market, el lugar idóneo para disfrutar con los cinco sentidos. El pescado –con 23 puestos– es uno de los puntos fuertes de este mercado, un festival culinario que solo abre de viernes a domingo y en el que también puedes desayunar un típico Ulster Fry –huevos, pan de patata, salchichas, bacon, morcilla…–, saborear panes rellenos de bacon, salchicha y huevo, whiskeys y ginebras artesanales, quesos, dulces… y todo con jazz gratis de grupos locales en directo.
5. El Ayuntamiento, toda una sorpresa por descubrir
Inaugurado a principios del pasado siglo –en 1906–, el edificio del Ayuntamiento es uno de los orgullos de la ciudad y uno de sus edificios más emblemáticos. El estilo neoclásico del exterior –con una majestuosa cúpula que esconde la Galería de los Susurros–, se complementa con un interior barroco que derrocha elegancia y en el que destaca una excepcional colección de vidrieras que rinden homenaje tanto a mitos celtas –como el robo de ganado de Cooley–, como a los héroes de la I y II Guerra Mundial. Por la noche, los juegos de luces sobre la fachada son espectaculares.
6. La provocación se hace museo en The MAC y el barrio de la Catedral
La expresión de arte más loco y experimental que se te ocurra la tienes en The MAC (Metropolitan Art Center), tres galerías independientes pero unidas por la provocación que, desde 2012, llenan la escena de Belfast de eventos tan dispares como una roller disco, un espectáculo de telepatía o un documental experimental a los que hay que sumar los peculiares sabores de NATIVE by Yellow Door, su restaurante fetiche. The MAC está ubicado en pleno Cathedral Quarter, el barrio más bohemio y canalla de Belfast y el sitio idóneo para descubrir lo más extraño, bizarro y maravilloso que esconde la ciudad.
7. W5 Life, un fabuloso mundo para entender con los cinco sentidos
Atracciones robóticas, experimentos, juegos interactivos… W5 Life es un centro de respuestas a la espera de que tú formules las preguntas, las famosas 5 W del periodismo: who, what, where, why y when. Más de 250 exhibiciones distribuidas en cuatro pisos que invitan a la reflexión, la curiosidad y el inconformismo y que lo exploran todo, desde la naturaleza y el cambio climático hasta el funcionamiento del cuerpo humano o de una cámara de video, pasando por las diferentes formas en que nuestros ojos intentan engañar a nuestro cerebro. Una forma lúdica de unir ciencia y diversión.
8. Una legendaria aventura en el Centro Interactivo Titanic Belfast
Titanic, el que muchos llamaron el barco de los sueños, se convirtió en un brutal pesadilla que se llevó la vida de 1.512 personas –entre pasajeros y tripulación–, de las 2.225 que embarcaron aquel fatídico 10 de abril de 1912 en Southampton, rumbo a Nueva York, y cuyos nombres están escritos en el Titanic Memorial Garden. A su lado, el Centro Interactivo Titanic Belfast se plantea como una experiencia total, un espacio repartido en seis pisos que recuerdan esta epopeya, sus olores, sus imágenes desde este museo inmersivo levantado en las mismas gradas donde se construyó este histórico barco.
9. CS Lewis y el maravilloso mundo de Narnia
Si quieres atravesar el armario y entrar en el mágico mundo de Narnia, Belfast te lo pone fácil. La ciudad natal de C.S. Lewis, el genial escritor de esta saga, inspiró al autor para inventar un fantástico mundo donde personajes como Aslan se codean con el Sr. y la Sra. Castor o con la Bruja Blanca. Del 24 al 26 de noviembre, coincidiendo con el 125 aniversario de Lewis, Belfast propone numerosos recorridos y experiencias por el universo Narnia y los escenarios que lo alentaron, como la plaza de C.S. Lewis, la iglesia de St. Mark, Campbell College o Little Sea, donde escribió sus primeras obras.
La imagen que abre el texto es Titanic Belfast | Chris Hill. © Chris Hill Photographic